Rascal, su amigo peludo de nueve años, estaba lidiando con asma felina; la condición, que afecta hasta al 5% de los gatos en todo el mundo.
Una mujer y su gato han ganado seguidores en línea después de crear conciencia sobre el asma felina, y el tratamiento le costó más de 25 mil libras esterlinas (30 mil 920 dólares / 534 mil 715 pesos mexicanos). Cuando el gato de Kelly Boyle desarrolló una tos leve, ella asumió que sufría de una bola de pelo alojada, pero de repente, esto se convirtió en un fuerte “ataque” hasta seis veces al día.
Sintiéndose preocupada, buscó el consejo de un veterinario en abril de 2018, quien le informó a Rascal, su amigo peludo de nueve años, estaba lidiando con asma felina. La condición, que afecta hasta al 5% de los gatos en todo el mundo según la Universidad de Cornell, se controla mediante inhaladores, al igual que en los casos humanos.
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Ahora, la creadora de contenido espera crear conciencia sobre la terrible experiencia de salud de su felino y afirma que ha gastado semejante cifra en el tratamiento de su asma.
Cuando fue diagnosticado, todos los costos se acumularon rápidamente y en el primer año, gasté más de 6 mil libras (7 mil 420 dólares / 132 mil 250 pesos mexicanos) solo en su tratamiento”, dijo Kelly, originaria de Perth (Escocia). “Pero, todo ha valido la pena. Estaba muy conmocionada y me preguntaba qué iba a hacer, cómo iba a manejar y lo más importante, su esperanza de vida. No podía dejar de entrar en pánico y pasé muchas noches sin dormir preocupándome por mi pequeño”.
Kelly adoptó Rascal en abril de 2014, pero no fue hasta los cuatro años que sus síntomas comenzaron a prevalecer. Inicialmente, ella le compró una pasta de bolas de pelo para aliviar la tos, pero como no tuvo éxito, se le realizaron radiografías y análisis de sangre, que confirmaron su diagnóstico.
Nunca antes había oído hablar del asma felina y el veterinario me dijo que estaba luchando por respirar debido a la inflamación en sus pulmones. La única opción de tratamiento era un inhalador, que no me veía capaz de usar con él. Tendría que colocárselo sobre la cara para que pudiera respirar el medicamento, pero es muy independiente y nada cariñoso. Pero afortunadamente, lo tomó como un pato en el agua”, añadió.
Rascal necesita tres inhaladores por día: naranja por la mañana, púrpura por la noche, y uno azul para los brotes repentinos, que necesitará por el resto de su vida. A medida que la rutina diaria está reglamentada, Kelly tiene que trabajar su día en torno a los horarios de sus medicamentos y ha instalado una cámara para gatos en cada habitación para asegurarse de que pueda vigilar su respiración.
Ella afirma, sin embargo, ha habido casos en los que él ha estado jadeando y un vecino tuvo que alertarla, pero en general, su vida es mejor que nunca. Ahora, espera crear conciencia sobre el asma felina y comparte sus aventuras y su condición en Instagram con sus 16 mil 400 seguidores
No se habla mucho de eso y la gente siempre piensa que es una bola de pelo, pero luego descubre que en realidad es asma. He recibido mensajes de muchos padres de gatos agradeciéndome por difundir el mensaje, ya que sin esto, su gato ya no estaría aquí hoy sin un diagnóstico y tratamiento adecuados. Les digo a todos, si tienen dudas, háganlo revisar”, reiteró.
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