El Radar, el editorial de Antena San Luis.
El proceso electoral de 2024 ya prácticamente se empalmó con el del próximo domingo 4 de junio, la guerra de “tapados” enarbola el renovado presidencialismo autoritario; mientras que en San Luis ya también se pusieron los protectores dentales los “históricos” colaboradores e “inconvenientes amigos” Gallardo y Galindo, pero todo indica que con lo que no contábamos es con el sobrecalentamiento del estado en la pugna por las “plazas” del crimen organizado y desorganizado.
Por un lado la expectativa del Súper Policía que ofreció “servir y proteger” y que no puede cumplir esas altas expectativas en el claro entendido que manejar la Policía Federal con recursos casi ilimitados es radicalmente diferente a desempolvar una corporación local enquistada en la mediocridad y la corrupción y por otro la de un Gobierno estatal con poder en su ejercicio pleno que no puede solo contra todo al lado de un sistema federal omiso e inválido y ayuntamientos rebasados por su ineficacia e ineficiencia, con los quistes malignos de cotos de poder fáctico arrasando la efectividad de sus intenciones y con una FGE que hace como que ya avanzó y es selectiva para dar golpes de impacto sin remediar su gravísimo retraso.
Las buenas intenciones de ambos están, las formas ya se perdieron desde hace mucho tiempo y la pregunta pertinente es si con la prematura ebullición de los tiempos electorales la percepción de riesgo constante en el entorno les cobrará factura. Las sensaciones que nos rodean generan un clima de infortunio ante algo que claramente por más que intentan, no están pudiendo remediar ni el experto, ni el poderoso, y ésa posibilidad de sufrir un delito tiene un efecto en la rutinización de actividades del día a día que estas autoridades deben modificar para generar apreciación de seguridad. El delito habita en el estado y en al país, y las cifras que nos recetan desde AMLO hasta los alcaldes y el Gobernador de que estamos menos peor que en otros lados a nadie le tranquilizan. Hoy aunque estrenen patrullas rotuladas como en película de Rápidos y Furiosos, aunque homologuen sueldos y prestaciones y procuren animar a la población a enlistarse para engrosar las corporaciones sigue siendo un esfuerzo innecesario.
La verdadera gobernanza del régimen actual Gallardista está aún en formación y avanza en la ausencia de la definición final de escenarios y resortes de oposición real al andar de puntillas de Galindo y sus huestes condición que contribuye a un caldo de cultivo de impresentables respuestas a la condición de desaliento ante el tema que sufre la ciudadanía.
Y no lo estamos inventando, ayer el Gobierno Municipal envió sendos comunicados para presumir sus cifras de mejoría en indicadores de seguridad al tiempo que el Presidente en su mañanera defendía a Gallardo y sus mesas de construcción de paz horas antes de que se fotografiara al lado de los miembros del gabinete cuatroteísta, gobernadores y achichíncles de angora muy abrazado de Rosa Isela Rodríguez secretaria del rubro federal y de Claudia Sheinbaum, la jefa de gobierno capitalina, puntera en las carreras demoscópicas del corcholaterío Amlista.
Al mismo tiempo se publicaba el nuevo semáforo de evaluación del gabinete Gallardista en donde la noticia era que los dos espacios responsables de la seguridad, la Secretaría del General González Castillo y el Secretariado ejecutivo del Consejo estatal de Seguridad Pública de Ana Elisa Loredo Torres salen en amarillo-regular sin alcanzar el 8 del respiro.
El tema de la seguridad no permite especulaciones ni concede juegos de papa caliente, la responsabilidad histórica del momento los alcanzará más allá de las elecciones y de sus condiciones, si sobrevive Galindo tendrá que dar resultados sí o sí, si Gallardo se impone y lo elimina del tablero, quedará solo frente al arco y si falla toda la responsabilidad será suya.
LOS PANGIOTISTAS
En esta columna hemos denunciado los abusos sucesivos de la “cúpula” panista, impuesta y manipulada por Xavier Azuara y dimos cuenta también de los penosos y escandalosos cobros de cuotas, candidaturas y posiciones dentro de su lamentable periplo. A través de la columna “A lo que te truje” del pasado martes https://antenasanluis.mx/a-lo-que-te-truje-29/ se consignó inclusive el modus operandi de parte del bautizado eje Azuara-Aguilar-Rodríguez en el que hacían firmar papeles en blanco como cobro leonino. Pues ayer en La Mesa Cuadrada dentro del noticiero radiofónico de Mg Radio, los analistas Adriana Ochoa, Oswaldo Ríos, Jorge Saldaña y Jesús Aguilar se refirieron al tema, ahondaron y argumentaron cómo había sido el proceso de construcción de estas mañosas y ventajosas prácticas criminales, inclusive Saldaña mencionó que no solo la cúpula panista generaba esta “recaudación” forzada sino que vendían los pagarés a agiotistas profesionales para fondearse y terminar de poner en pánico a los “inocentes” deudores. El pleito actual entre el equipo que se dividió y que generó un acérrimo antagonismo hoy se compone de los malos y los peores, el expediente de lindezas se acumula y ya se ha dado vista a las autoridades. Ojalá no se le ocurra a algún brillante especulador político hacer tratos del lado verde con los rotos azulejos que quedan en la pared de Zenón Fernández.
