El Ministerio del Interior de Rusia emitió el lunes una orden de arresto contra el senador federal estadounidense Lindsey Graham luego de los comentarios del legislador relacionados con la guerra en Ucrania.
En un video editado de su reunión del viernes con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski que fue difundido por la presidencia de Ucrania, el republicano Graham destacó que “los rusos están muriendo” y se refirió a la asistencia militar estadounidense hacia el país como “el dinero que mejor hemos gastado”.
Aunque Graham aparentemente hizo sus comentarios en diferentes partes de la conversación, el breve video que difundió la oficina presidencial de Ucrania las colocó una a lado de la otra, lo que desató la molestia de Moscú.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el domingo que “es difícil imaginar una mayor vergüenza para el país que tener este tipo de senadores”.
La Comisión de Investigación de Rusia, la principal agencia de investigación penal del país, ha tomado medidas para abrir una pesquisa criminal en torno a Graham, y el Ministerio del Interior posteriormente emitió una orden para su arresto.
“Graham Olin Graham, estadounidense, nacido el 9 de julio de 1955, es buscado en virtud de un artículo del Código Penal”, consta en la base de datos del Ministerio del Interior, señaló hoy la agencia oficial TASS, que recalca que no se especifica en virtud de qué cargo ha puesto en la lista de búsqueda al senador.
El senador republicano Lindsey Graham es reconocido por sus polémicas declaraciones y por impulsar una ley que permita intervenir militarmente en territorio mexicano para combatir el tráfico de drogas a Estados Unidos. La norma conocida como Ley NARCOS (Organizaciones y Sindicatos Criminales Notorios, Agresivos y Despiadados, por sus siglas en inglés) designa a nueve cárteles como organizaciones terroristas extranjeras, entre ellos al Cártel de Sinaloa y al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Graham también ha asegurado que integrantes del crimen organizado de nacionalidad mexicana distribuyen fentanilo en territorio estadounidense.
El Financiero