El Presidente Andrés Manuel López Obrador informó esta mañana que, en caso de no llegar a un acuerdo con trabajadores de Mexicana de Aviación, la aerolínea operada por el Estado cambiaría su nombre a “Maya”.
Durante la conferencia matutina del día de hoy, el Presidente López Obrador destacó que la nueva aerolínea debe de operar para finales de 2023, lo cual sucederá “con o sin el nombre” de Mexicana de Aviación.
“No podemos esperar porque antes que termine el año empiezan a volar los aviones de la nueva línea, con o sin el nombre de Mexicana, estamos viendo que se llame ‘Maya’, algo así”, dijo.
El mandatario ha asegurado que cerca de 200 trabajadores de la aerolínea han sido “mal aconsejados” por un grupo de abogados al presentar una denuncia para exigir más dinero al Gobierno federal, a pesar de que éste propuso un avalúo para que se absorba la línea aérea y a su vez, haya un monto distribuido a sus trabajadores.
“Un grupo de abogados señalaron que presentaron una denuncia, solicitando 600 millones por dicho acto, de los mil millones que se pagarían por la marca, situación que no aceptamos porque es un abuso de parte de los litigantes”, señaló.
Es ante esta situación que el Gobierno federal plantea el cambio de nombre; sin embargo, también dio a conocer que se dio un plazo de un mes para que los abogados reconsideren la decisión pues, de lo contrario, se suspendería la intención de compra de la marca.
“Ojalá y recapaciten porque sí sería muy bueno que regresara Mexicana y se repartiera de manera equitativa lo que vale, de acuerdo al estudio que se hizo”, finalizó.
El pasado 1 de junio, el Presidente López Obrador dijo que el proceso para la compra de la marca Mexicana de Aviación para que la nueva aerolínea estatal de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) pueda tomar ese nombre se empantanó y se complicó debido a amparos promovidos por dos abogados que representan a trabajadores inconformes con el posible acuerdo.
“Ahora tenemos un asunto: ya habíamos llegado a acuerdo con trabajadores de Mexicana, la mayoría, como seis mil trabajadores, habían aceptado vender su marca aunque hay proceso judicial, y nosotros como vamos a tener la aerolínea comercial de Sedena, comprábamos la marca, y se iba a llamar –todavía no lo descartamos– así. Hablamos de un emblema, por las privatizaciones y corrupción que [el expresidente Vicente] Fox entregó la concesión a Gastón Azcárraga”, dijo López Obrador en su conferencia matutina desde Tamaulipas.
“El 95 por ciento de los trabajadores, la mayoría, dijo: ‘Se acepta’. Se iba a distribuir el recurso, se hizo un avalúo, se estableció un precio, tres edificios, pero aparecieron dos abogados de repente, y en campana mal aconsejan a 50, 100 200 trabajadores, y meten amparos. Entonces ellos están pidiendo dinero para ellos, porque estos dos abogados dicen: ‘No acepten ese trato, les toca más’”.
El Presidente aceptó que la situación “se emproblemó”. Le dije a Luisa María [Alcalde, Secretaria del Trabajo]: ‘Vamos a espera un mes, ojalá y se desistan de la denuncia’. Y si ellos no se desisten, porque los abogados dicen que van a ganar, están en un error, porque ni van a recibir ellos nada, ni la mayoría de los trabajadores, porque tenemos que ver cómo registramos una marca para que empiece a volar la línea aérea”, detalló el mandatario mexicano.
El pasado 6 de enero, el Gobierno de México había logrado llegar a un acuerdo con los trabajadores de Mexicana de Aviación para adquirir la marca y los activos de la empresa por 816 millones 786 mil 335 pesos.
La venta de la aerolínea extinta se concretó durante una reunión con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), el Sindicato Nacional de Trabajadores de Transporte, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS) y la Asociación de Jubilados, Trabajadores y Extrabajadores de la Aviación Mexicana (AJTEAM) en la Secretaría del Trabajo.
La aerolínea militar mexicana, que transportará pasajeros, carga y todo tipo de vuelos comerciales, quedó formalmente constituida hace un par de semanas, con la publicación en el Diario Oficial de la Federación de la resolución aprobada por el Congreso mexicano a petición del Presidente López Obrador.
La “Aerolínea del Estado Mexicano” es uno de los últimos movimientos de la administración de López Obrador que, desde su inicio en diciembre de 2018, ha ido dando cada vez más tareas y poder a las fuerzas armadas, lo que sus críticos consideran una creciente y preocupante militarización del país por la dificultad de que los militares rindan cuentas ante entidades civiles.
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