A LO QUE TE TRUJE / Por Chencha.
En el recuento de la semana, existe un episodio que narra silenciosamente mucho más que un encontronazo público: el diputado, (ahora) naranja, Mauricio Ramírez Konishi levantó el dedo en contra del “Congreso Calificado” de José Mario de la Garza Marroquín. El hijo de líder cetemista Emilio de Jesús Ramírez Guerrero provocó a la opinión pública presentando pruebas de actos de presunto dolo en su contra a la hora de la medición que en sus últimos resultados lo ponían como el peor diputado, o al menos el diputado peor calificado.
En corto Mauricio Ramírez refirió a medios que comentó el tema con el abogado, (previamente señalado por su doble vía como asesor jurídico del Ayuntamiento de la capital, y representante legal de empresas que litigan en contra Del Gobierno municipal,) https://www.astrolabio.com.mx/jose-mario-de-la-garza-el-asesor-prime-del-ayuntamiento-de-slp/ y en 1 de sus maniqueos recursos de la Garza prometió revisión y rectificación pero esta nunca llegó.
Cuando Ramírez Konishi enfiló sus baterías en contra de De la Garza de manera pública, provocó el regresó del ominoso silencio que ha sido símbolo inequívoco de la intolerancia de un personaje que cree que por ser un abogado dúctil puede torcer mundos a su favor, pero se le acaban las 20 caras, en la consideración más honesta a José Mario se le van agotando las fachadas y las presuntas buenas intenciones.
De la Garza a través de su cuenta de Twitter publicó un comunicado con la firma de Congreso Calificado (https://twitter.com/CCalificadoMx/status/1674140656892100610) en donde se mantenía defendiendo su metodología y revirando con el adjetivo “infundados” resbalando un presunto ataque del diputado naranja.
Así como De la Garza busca espacios para bañarse en santidad a través de Renace, así también debería tener el valor civil y la condición de aceptar que el método de su calificadora legislativa tiene como todo defectos, y que más allá de sus “buenas intenciones” hay un fervor por controlar, manipular, influir y trazar líneas en el legislativo que son todo menos ciudadanos.
Los intereses de José Mario de la Garza Marroquín hace muchos años se cruzaron, hoy lo tienen enredado en un conflicto de “beneficios” en varias vías, hoy esa madeja lo ha exhibido como el convenenciero sin fondo, ambicioso y carente de recursos personales que los que lo conocen arguyen siempre ha sido.
Y a pesar de todo, quiere ser candidato a diputado… Al tiempo.
Bofo con los inmaculados defensores de la transparencia! Por supuesto que Interapas y todos los sujetos obligados a rendir cuentas deben cernirse a la ley con todos sus efectos.
Pero parece broma que algunos de los “fugitivos” de la transparencia se enreden en la bandera del combate a la opacidad y quieran blandir la espada de Damócles contra las medidas que tomó el Gobierno de Galindo. Para tener la lengua larga, hay que tener la cola muy corta.
El comentario de esta columna sobre el pronto del Gobernador contra los medios que considera “conservadores” y “adversarios” (en un horrendo tono LopezObradorista) se resume en esta frase del famosísimo autor de uno de los libros que respetuosamente le recomendamos leer minuciosamente.
“La facilidad con que una sociedad desprecia, y hasta sepulta, las visiones discrepantes depende evidentemente del conjunto de lagunas compartidas por sus ciudadanos. No nos damos cuenta de lo que nos desagrada ver y tampoco nos damos cuenta de que no nos damos cuenta.”
Daniel Goleman, autor del best seller “LA INTELIGENCIA EMOCIONAL”.
