Natalia y Dmitry Bakshéyev son una pareja que se encargaba de surtir de carne a lujosos restaurantes en Rusia y a algunos vecinos; sin embargo, el producto que vendían tenía una particularidad, pues era carne humana.
El asesinato en serie de estos enamorados parecía ser casi perfecto, ya que llevaban buscando, matando y vendiendo los restos de sus víctimas 20 años, sin embargo, un teléfono celular que Natalia perdió los delató.
Pareja vendía carne humana a lujosos restaurantes
Se estima que la pareja vivió en un dormitorio escolar desde 2012, sitio que Natalia habría heredado de su esposo anterior. Pese a que los vecinos de los delincuentes notaban que tenían un comportamiento poco social y extraño, nunca imaginaron que estaban cerca de una pareja que disfrutaba asesinar y procesar carne humana.
En algún momento de la vida, Natalia y Dmitry se quedaron desempleados, por lo que la mujer tuvo la iniciativa de vender pasteles de carne a sus vecinos y, según los testimonios dados a los investigadores rusos, cuando una de las clientas preguntó cuáles eran los ingredientes del platillo, la asesina en serie le respondió: “Con lo que me voy encontrando”.
Dentro de las investigaciones también se descubrió que esta mujer proveía de carne y algunas preparaciones a una base militar en la que trabajó como enfermera; incluso se aseguró que la mujer vendió carne humana a lujosos restaurantes de su región por casi 20 años.
Pareja es detenida y sentenciada a prisión
Aunque el crimen de esta pareja no levantó sospechas por mucho tiempo, un día en el que Natalia salió a ofrecer la carne humana que vendía, perdió su teléfono celular, mismo que encontró un obrero.
Al revisar la galería del móvil, el trabajador quedó aterrado al ver las fotos donde estaban los restos de la carne humana, donde incluso Dmitry posaba mordiendo la mano de una persona cercenada.
Tras ver las aterradoras imágenes, el obrero llevó el teléfono a la policía, que posteriormente cateó la casa de la pareja. Lugar donde encontraron restos de cueros y 19 fragmentos de piel muerta, además de los restos de una joven vecina de los asesinos.
Natalia, de 44 años de edad, recibió una sentencia de 10 años en prisión; mientras que Dmitry, de 38 años, recibió 12 años.
Plumas Atómicas
