El líder del partido oficialista Rusia Justa, Serguéi Mirónov, aseguró ayer que el jefe del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, que viajaba en el avión siniestrado el miércoles en el centro de la parte europea rusa, “estorbaba a muchos en Rusia, en Ucrania y en Occidente”, publicó Mirónov en Telegram.
Según el político, “en cierto momento, el número de los enemigos alcanzó su punto álgido… Así que en el caso de Prigozhin no se trata de que una muerte abstracta encontró a su víctima, sino que lo hicieron unos canallas concretos”, aseveró. Mirónov avisó a estas personas que “estén donde estén, el castigo será inevitable”.
El líder de Rusia Justa se hizo eco así de las acusaciones difundidas en redes sociales de que el avión de Prigozhin fue abatido por un misil o por la explosión de una bomba colocada en su interior. El avión privado Embraer donde viajaba el jefe del Grupo Wagner se estrelló en la región de Tver, al norte de Moscú, cuando se dirigía de la capital rusa a San Petersburgo. En el siniestro, cuyas causas aún se desconocen, murieron los diez ocupantes de la aeronave. Según informó la agencia de aviación civil, Rosaviatsia, en el Embraer-135 viajaban siete pasajeros, entre ellos Prigozhin y su mano derecha, Dmitri Utkin, antiguo oficial de la inteligencia militar rusa (GRU).
Sobre el accidente, el presidente ruso, Vladímir Putin, se limitó a expresar sus condolencias por los que estaban a bordo.
El accidente fue provocado
Por su parte, una evaluación preliminar de la inteligencia estadounidense halló que la caída del avión que mató a Prigozhin fue causada intencionalmente por una explosión, según funcionarios estadounidenses y occidentales. El reporte señaló que la explosión se ajustó a “la larga historia” de Putin “de tratar de silenciar a sus críticos”.
Así mismo, comentaron que la caída del avión es ampliamente considerada un asesinato en venganza por un breve amotinamiento, por parte del jefe del Grupo Wagner, que desafió el liderazgo de Putin en meses pasados.
Informador