El Juego Anticipado de Morena: Un Desafío a la Ética Electoral

La pluma desafiante

Por: Editorial la pluma desafiante

En un panorama político donde el tiempo parece haber perdido su linealidad, Morena, la fuerza que actualmente gobierna, ha decidido adelantarse al reloj electoral, sacudiendo el tablero político de manera prematura y, algunos argumentarían, atrevida. Con casi 60 aspirantes apuntándose para ser parte de una batalla que aún no ha sido oficialmente convocada, uno no puede evitar preguntarse: ¿Dónde queda la ética en este juego de poder anticipado?

El lunes 18 de septiembre marcó el inicio de una nueva fase en la estrategia de Morena, una que desafía abiertamente las normas establecidas, una que podría percibirse como una danza peligrosa al filo de la legalidad. Con recorridos estatales ya en el horizonte, Morena parece estar desdibujando las líneas entre la estrategia y la violación flagrante de las leyes electorales.

Aunque el terreno político siempre ha estado marcado por sus complejidades y sutilezas, este nuevo movimiento adelantado de Morena parece ir más allá de las tácticas políticas convencionales. En nueve estados, las dinámicas políticas están a punto de intensificarse, con Morena en el centro del remolino.

Lo que se está presenciando es más que una simple precampaña; es una convocatoria que resuena más como un grito de guerra, haciendo sonar las alarmas incluso antes de que el terreno esté preparado oficialmente. Este adelanto estratégico, que no encuentra anclaje en ninguna regulación actual, no sólo desafía a las autoridades electorales, sino que también plantea preguntas profundas sobre la integridad del proceso electoral en su conjunto.

¿Qué mensaje se está enviando a la ciudadanía, cuando el partido en el poder decide mover las piezas del tablero electoral a su antojo, desafiando abiertamente las restricciones temporales que buscan garantizar una competencia justa y equitativa? ¿Dónde queda la responsabilidad de respetar los tiempos y formas que dicta la ley?

Como ciudadanos, como testigos de esta arremetida temprana, tenemos la responsabilidad de cuestionar, de criticar y, sobre todo, de mantener una vigilancia crítica sobre los procesos que darán forma al futuro de nuestro país. Este es el momento de recordar que la política debe estar al servicio del pueblo, y no al revés.

Hoy, “La Pluma Desafiante” hace un llamado a la reflexión, un llamado a la crítica consciente. Invitamos a los lectores a mantenerse informados, a dialogar, y a formar opiniones basadas en hechos, no en estrategias anticipadas que buscan manipular el panorama político.

Mientras nos preparamos para las elecciones de 2024, mantengamos nuestros ojos bien abiertos y nuestras mentes críticas afiladas. Que este sea un tiempo de vigilancia activa, de discusión informada, y, sobre todo, de defensa incansable de la ética y la integridad en el ámbito político.

En este festín de adelantos electorales, uno no puede evitar preguntarse dónde está el anfitrión oficial de esta fiesta democrática, nuestro querido INE. ¿Acaso se ha tomado unas vacaciones anticipadas, permitiendo que los invitados revuelquen el bufete antes incluso de que se haya dado la señal de inicio? Querido Instituto Nacional Electoral, es momento de poner en marcha esos mecanismos de vigilancia que tanto pregonan, porque parece que la casa se está llenando de “invitados tempraneros”.

Y a nuestro apreciado INE le diríamos, con una sonrisa juguetona pero una mirada crítica: “¿Será que estamos asistiendo a una nueva edición de ‘Los Juegos del Hambre’, versión electoral? Porque, por un momento, pareciera que el silbato de inicio ha sonado prematuramente y ahora todos corren frenéticamente hacia el centro del campo donde están los mejores recursos para agenciarse. Quizá, querido INE, es tiempo de que dejes de ser espectador en tu propia función y asumas el papel principal como garante de la equidad y el juego limpio en esta carrera hacia 2024”.

No te olvides, querido INE, que tus invitados —el pueblo mexicano— están observando con lupa cada uno de tus movimientos… o la falta de ellos. Así que, por favor, ¡ponte las pilas y no nos dejes comiendo palomitas mientras observamos este espectáculo de anticipos electorales sin una guía clara!

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