Por más de cuatro décadas la Revista del Consumidor ha fungido como una especie de biblia para el cuidado de la salud y el bolsillo de los mexicanos. En ella, mes con mes se publican estudios de calidad de diferentes tipos de productos en los que se analiza su composición, contenido, etiquetas, ingredientes y demás elementos, según sea el caso.
Desde que se distribuía de forma impresa hasta su adaptación a los medios digitales, la revista, a cargo de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), se ha convertido en una herramienta de empoderamiento del mexicano de a pie. Entre sus páginas se evidencian las prácticas abusivas, ingredientes dañinos para la salud, materiales de baja calidad, publicidad engañosa y demás irregularidades en las que incurren las marcas.
Ajena a los procesos políticos, la Revista del Consumidor se ha publicado de forma ininterrumpida desde el primero de noviembre de 1976. Hoy, con 47 años de existencia, su sección más popular es la de los estudios de calidad elaborados por el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor (LNPC), que en los últimos años se han viralizado al ser ampliamente replicados en redes sociales.
Uno de ellos fue el estudio de calidad de sopas instantáneas publicado en la edición de octubre del 2021 de la revista, en donde 33 marcas que se comercializaban en México ―la mayoría todavía se pueden encontrar en tiendas y supermercados― fueron sometidas a 363 pruebas de laboratorio.
De los hallazgos a las compras de pánico
El viernes primero de octubre de aquel año el entonces titular de la Profeco, Ricardo Sheffield Padilla, reveló en una entrevista exclusiva con MILENIO, previo a la liberación al público de la revista, que en dicho estudio se detectó que el consumo de algunas sopas instantáneas podía significar un riesgo para la salud, así como el uso de publicidad engañosa.
Muy a su estilo, el hoy aspirante a la gubernatura de Guanajuato advirtió sobre los riesgos asociados a la ingesta en exceso de este tipo de sopas, populares por su fácil preparación y practicidad. “Las usan mucho para matar el hambre, pero hay que tener cuidado… no vayan a matar más que el hambre”, alertó.
Por lo anterior, sentenció Sheffield Padilla, la Profeco tomaría cartas en el asunto, incluyendo el retiro inmediato del mercado de algunos productos por presentar diversas irregularidades, o como él diría, “por pasarse de rosca”. El anunció provocó que ese mismo fin de semana miles de personas hicieran compras de pánico ante la incertidumbre de qué marcas serían sacadas de los anaqueles de tiendas y autoservicios.
Más pronto que tarde, el lunes 4 de octubre, día en que se publicó la Revista del Consumidor, 129 mil 937 unidades de sopas instantáneas, correspondientes a 12 productos de nueve marcas diferentes, ya habían sido retiradas del mercado como resultado de un operativo realizado por la Profeco.
En redes sociales circulaban imágenes de anaqueles y pasillos de supermercados vacíos sin ningún rastro de sopas instantáneas, principalmente de Maruchan, aunque más tarde se supo que ningún producto de esta marca había sido retirado durante el operativo.
Durante la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador de ese día, el otrora procurador federal del consumidor justificó la medida, duramente criticada por los pequeños comerciantes, por el riesgo que representaban para la salud de los mexicanos y en el uso de publicidad engañosa para vender gato por liebre.
Esta acción fue calificada por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) como un “golpe de timón” reflejo de “una falta de política estructurada, de tener un control sistemático del mercado”. Sin embargo, ya no había marcha atrás y los consumidores comenzaban a cuestionarse sobre lo dañinos que eran este tipo de alimentos procesados.
¿Qué sopas fueron retiradas del mercado?
Por incumplimientos a los requisitos de la norma de etiquetado NOM-051-SCFI/SSA1-2010 fue retirada la pasta preparada con salsa sabor queso y hierbas marca Knorr Pasta Lisa, que agregaba jarabe de glucosa en sus ingredientes sin identificarlo como “azúcares añadidos”.
Sin embargo, Unilever, dueña de la marca Knorr, aclaró que dicha presentación no existe en el mercado mexicano.
Mientras que por no expresar el contenido energético (kilocalorías) como lo exige la norma fueron sacadas la pasta para sopa de fideos instantáneos marca Myojo y la de sémola de trigo precocida para preparar sopa Selecto Brand.
Debido a que sus instrucciones de uso no estaban en español, la pasta de sopa de fideos instantáneos sabor curry J-Basket y la pasta de trigo estilo oriental Chikara Udon también fueron retiradas.
Asimismo, por ser engañosas en su etiqueta, fueron quitadas de los anaqueles la sopa instantánea de pollo sabor queso picante Buldak Cheese, ya que en su denominación decía “de pollo” pero en sus ingredientes indicaba contener “polvo sabor artificial”; y los tallarines instantáneos sabor pollo Ottogi Ramyon, pues la imagen que presenta en el empaque inducían a pensar que contenía zanahoria cuando no era así.
“Es publicidad engañosa. Una persona puede comprarlo pensando que siquiera viene algo de recaudo de pollo y no tiene ni trazas. Ahora sí que besando a un pollo yo creo tiene uno más pollo que con esa sopa”, dijo Sheffield Padilla con respecto a la sopa Buldak Cheese.
Por no declarar la información nutrimental en el producto preparado fueron retiradas las pastas para sopa de fideos instantáneos marca Nongshim, Myojo, Sapporo, Sapporo Hot & Spicy Chicken, J-Basket, Kraft y Udon.
En un comunicado, la Profeco detalló que aunque en el operativo no se localizó el producto Maruchan Ramen, éste incurría en publicidad engañosa ya que las cantidades de verdura que contenía eran mínimas, amagando con inmovilizarla en próximos operativos.
“Pueden ver ustedes en la Revista del Consumidor el pedazo de verdura que tiene, son 0.8 gramos, le cabe en la punta de la uña. Eso sí, la foto viene con chícharos, con zanahorias, todo así, como si fuera algo muy saludable”, criticó el otrora titular de la procuraduría.
Ya encarrerado, el político guanajuatense señaló que las sopas Maruchan que vienen en presentación de vasito traían con letras “microscópicas” la advertencia de no meterse al microondas.
“Como no están usando, como el resto de las marcas, contenedores que hechos de cartón encerado, sino están de polietileno, este plástico expandible, que cuando se calienta en el microondas le transfiere químicos a la sopa que son dañinos para la salud, más si lo estás tomando con constancia”, añadió.
Ante los señalamientos, la empresa se puso como objetivo cambiar sus vasos de unicel a cartón de forma paulatina, reveló días después el organismo federal.
¿De qué están hechas las sopas instantáneas?
Según la Profeco, los ingredientes de los que están hechas las sopas instantáneas varían dependiendo de la marca, aunque, subrayó, generalmente usan harinas, adicionan potenciadores de sabor, aceites vegetales y/o grasas animales, derivados de soya, extracto de levadura, azúcares (tales como azúcar, glucosa, fructosa o lactosa), sal, antioxidantes sintéticos (como TBHQ), conservadores y colorantes.
De esta forma, algunas llegan a tener hasta más de 30 ingredientes, aunque de todos el sodio es el menos saludable, razón por la cual “si se consume este tipo de alimentos de forma habitual es probable que derive en enfermedades crónico-degenerativas tales como diabetes, obesidad e hipertensión, por causa de una mala alimentación”, percibió el organismo público descentralizado.
Además, parafraseando al doctor Braden Kuo, del Hospital General de Massachusetts, la procuraduría explicó que la razón por la que se puede dificultar la digestión, en el caso de los fideos tipo ramen, se debe a la forma en que se procesa la harina, así como por el contenido de humedad y grasa.
Milenio