En el ámbito musical, algunas estrellas no solo dejan huella con sus canciones, sino que también marcan la arquitectura de los lugares que “eligen” para sus actuaciones
En el ámbito musical, algunas estrellas no solo dejan huella con sus canciones, pues al parecer también marcan la arquitectura de los lugares que eligen para sus actuaciones. Paul McCartney es un claro ejemplo. El exBeatle no solo hizo resonar sus temas en el Foro Sol de la Ciudad de México en la década de los 90, sino que desempeñó un papel crucial en la creación de este emblemático recinto.
A pesar de que México ya había recibido a artistas como The Doors en 1969 y Queen en 1981, la CDMX no era considerada atractiva para estrellas internacionales. Sin embargo, todo cambió en 1993 cuando McCartney y otros dos gigantes de la industria decidieron hacer escala en la capital, rompiendo la tendencia de presentaciones exclusivamente locales.
Durante ese año, en los meses de octubre y noviembre, el legendario Michael Jackson se presentó en el Estadio Azteca, el único foro con capacidad para albergar a los miles de fanáticos del intérprete de “Thriller”. En ese mismo periodo, la recién formada Ocesa firmó a Paul McCartney y Madonna, marcando su entrada en el mercado de eventos masivos.
Alejandro Soberón, dueño de la empresa de boletaje, recordó años después que inicialmente estaban contentos con los conciertos en el Palacio de los Deportes. Pero, todo cambió cuando decidieron contratar al británico. El Azteca parecía una opción lógica, pero surgió un dilema.
“Estaba muy contento porque habíamos contratado a Paul McCartney, era la primera vez que venía, me fui a rentar al Estadio Azteca y la gente que nos atendió muy respetuosamente nos dijo que tenían dos noticias”, relató Soberón.
La mala noticia era que no les alquilarían el espacio, pero la buena era un trato que parecía favorecer solo a los dueños de la televisora. Se les ofreció que dieran su tarjeta al ex Beatle para traerlo y, a cambio, obtendrían dos boletos en primera fila. El empresario no estuvo de acuerdo y optó por llamar al representante de McCartney, Barry Marshall, para contarle la problemática.
“En medio de la conversación me dice ‘¿no tienes estadio, Alex?, construye uno'”.
La misión cambió de contratar un recinto a construir uno para 60 mil personas en cuatro meses, y además encontrar el lugar perfecto para hacerlo. La solución surgió al ver la curva peraltada del Autódromo Hermanos Rodríguez, dentro de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca.
Tras ello, se arriesgaron a vender los boletos para ambos famosos, contando la verdad a los asistentes y asegurando que no habría ningún detalles con el evento.
Afrontando diversos desafíos, la estrategia mostró su efectividad: Madonna logró vender todas las localidades, alcanzando las 180 mil en una sola tarde para sus tres fechas (10, 12, 13 de noviembre), mientras que Paul McCartney agotó 120 mil boletos en una sola mañana. Aunque fue la primera en inaugurar el escenario del Foro Sol, es a Paul McCartney, el cantante de ‘Yesterday’, a quien le agradecemos la existencia de este emblemático recinto.
El Universal.