La familia real británica se encuentra en el centro de la atención una vez más debido a los rumores de una presunta infidelidad del príncipe William hacia su esposa, Kate Middleton, con Rose Hanbury, una amiga cercana de la pareja. Estos rumores han cobrado fuerza en las redes sociales, especialmente en un momento complicado para la princesa, quien ha estado alejada del ojo público tras someterse a una cirugía abdominal.
La controversia se intensificó en marzo de 2019, cuando surgieron informes sobre un presunto conflicto entre Kate y Rose, lo que provocó especulaciones sobre la naturaleza de la relación entre William y Hanbury. A pesar de los intentos por desmentir estos rumores, incluyendo estrategias para desviar la atención hacia otros miembros de la familia real, la historia persistió. La “confirmación” de la infidelidad por parte de un periodista, a través de un mensaje en redes sociales que posteriormente fue eliminado, solo avivó la polémica.
Los esfuerzos legales de William para acallar los rumores no hicieron más que aumentar el interés público. Paralelamente, comentarios de periodistas y columnistas han sugerido que el palacio ha utilizado a Meghan Markle como distracción para desviar la atención de los problemas matrimoniales de William y Kate.
Además, un incidente en 2017, donde el príncipe William fue visto en compañía cercana con una mujer que podría ser una modelo australiana durante una salida sin su familia, ha resurgido en el contexto de los rumores de infidelidad, agregando más complejidad al debate.
La reaparición de Kate Middleton después de su cirugía abdominal en enero de este año ha sido objeto de especulación en medio de este torbellino mediático. Una fotografía oficial para celebrar el Día de las Madres ha avivado los rumores sobre su bienestar, con algunas personas sugiriendo que podría estar pasando por un mal momento o que su recuperación no ha sido como se esperaba.