En medio de la preocupación por la detención de Manuel Guerrero en Qatar, su hermano Enrique ha levantado graves acusaciones contra las autoridades del país. Según Enrique, las autoridades qataríes están utilizando la suspensión intermitente del tratamiento retroviral de Manuel como una forma de tortura, con el fin de obtener información sobre otras personas de la comunidad LGBT en el país.
Alejandro Domínguez, hermano de Manuel Guerrero, ha expresado su preocupación por la última decisión de prisión preventiva impuesta a Manuel. Según Enrique Guerrero, las autoridades interrumpen el tratamiento de su hermano para someterlo a actos de tortura y luego interrogarlo en secreto por las noches, con el objetivo de obtener información sobre su historial sexual. Después de la intervención consular, se le vuelve a proporcionar el tratamiento, pero la incertidumbre persiste.
Manuel Guerrero ha sido sentenciado a otros 30 días de prisión provisional, lo que aumenta la preocupación por el agotamiento de sus suministros de medicamentos para el VIH. A pesar de los esfuerzos de Enrique Guerrero y el equipo legal para obtener una libertad bajo fianza que permita suministrarle los medicamentos necesarios, la solicitud fue rechazada. Además, ahora se le han negado las visitas y la entrega de objetos personales.
Enrique Guerrero destaca la falta de transparencia en el proceso legal en Qatar, ya que las leyes del país no permiten el acceso a la carpeta de investigación. Esto genera temores de que Manuel sea imputado por delitos sin fundamento. Este modus operandi discriminatorio contra la comunidad LGBT ha sido documentado por organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch.
