Estela Ambriz Delgado
El papel que desempeñan los activistas y litigantes en la defensa del medio ambiente es fundamental, pues hacen lo que le tocaría al Estado, es decir, la obligación de respeto, protección y garantía de su preservación, además de que son quienes obligan al sistema de justicia a actuar y a los jueces a estudiar y resolver sobre el tema, así lo expuso la doctora en Derechos Humanos, María Suhey Tristán Rodríguez.
La catedrática e investigadora de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, integrante de la Clínica de Litigio, destacó la importancia de los activistas y litigantes que obligan al sistema a actuar, y a las y los jueces a estudiar un tema que afrontan, aunque no tengan los conocimientos necesarios para resolver, y es necesario recurrir a otras instancias.
Asimismo, mencionó que el activismo hace una labor importante en la concientización y educación ambiental que abona al reconocimiento previo de derechos, visibilizándolos no sólo hasta ser violentados, además de que se enfrentan a problemáticas que a quien corresponde realmente resolver es al Estado.
“Se enfrentan a algo que al Estado le tocaría hacer, el Estado es el que tiene la obligación de respeto, protección y garantía, pero son organizaciones y sociedad civil quienes ponen su cuerpo, alma, dinero, para enfrentar estas problemáticas”.
Por su parte, el abogado Luis González Lozano, de la asociación Cambio de Ruta, consideró que las y los activistas climáticos tienen una relevancia en razón de que son la piedra en el zapato de las autoridades y de la sociedad, porque alertan de las problemáticas con el objetivo de que no se normalice la degradación medio ambiental.
Además, enfatizó que es importante concientizar sobre el tema, pues cuando se tiene
una estrecha relación con el cuidado del medio ambiente, la calidad de vida mejora, pues se ha demostrado que en ciudades donde ha cambiado la tierra por cemento, los índices de violencia e intolerancia social aumentan, además del aumento de la temperatura y contaminación del aire.
