Al conmemorarse hoy los 31 años de la muerte de Mario Moreno, mundialmente conocido como Cantinflas, un museo que lleva su nombre ultima los preparativos para abrir sus puertas.
El Museo Mario Moreno Cantinflas, del cual aún no se revela su ubicación ni fecha de inauguración, que será este año, preservará la memoria histórica del cómico para, a través de sus vivencias, contagiarle felicidad al público.
La exposición permanente titulada “Aquí Está el Detalle” contará con más de 777 piezas y objetos personales que el mimo empleó en su vida y obra, ahora parte de su legado universal.
A raíz de sus actuaciones como cómico, Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, su nombre real, creó Cantinflas, un personaje inspirado en los barrios marginales de la Ciudad de México de hace un siglo. Su alter ego, caracterizado por pantalones holgados y un escaso bigote, saltó a la fama gracias al largometraje de 1940 Ahí Está el Detalle.
Durante su trayectoria rodó 35 películas en blanco y negro y 20 a color. La más exitosa fue La Vuelta al Mundo en 80 Días (1956), a tal grado que le significó un Globo de Oro por su actuación.
El museo exhibirá vestuarios, accesorios, documentos, cartas y manuscritos de su puño y letra, guiones cinematográficos, reconocimientos, fotografías, periódicos de diferentes épocas, material fílmico y revistas, principalmente.
Además de ser actor, se desempeñó como productor, escritor, cantante, empresario y filántropo, facetas que destacará el recinto al mostrar su personalidad y su cosmovisión por medio de narrativas audiovisuales.
Los visitantes podrán conectarse con el personaje gracias a la tecnología de la Carpa Valentina, que reproducirá la inigualable voz de Cantinflas, con léxico y sello propios.
¿QUÉ FUE DE SU FORTUNA?
Hasta la fecha, se desconoce el paradero de su fortuna. En vida, Cantinflas habría percibido 1.5 millones de pesos por año durante la década de los 50, lo cual lo convirtió en el comediante mejor pagado del mundo en esa época, incluso por delante de Charles Chaplin y Jerry Lewis.
El primer ídolo de México para el mundo tenía 81 años cuando falleció, por un infarto, el 20 de abril de 1993. Su único hijo, Mario Arturo Moreno Ivanova, estaba destinado a ser su heredero, pero un sobrino del actor, Eduardo Moreno Laparade, entabló un pleito legal que duró varios años. El primero murió en 2017, y este último, en 2021.
Cuando Moreno Ivanova reclamó la fortuna, descubrió que una de las cuentas bancarias del ícono del cine de oro mexicano solamente tenía 13 mil pesos, contra su estimación inicial de un saldo de entre 68 y 70 millones de dólares de tiempo atrás.
Moreno Ivanova, hijo adoptivo, aseguró que el mimo mantuvo cuentas bancarias en México, España, Islas Caimán y Nueva York. Cuando su padre murió, lo notificó a los bancos con el fin de congelar los capitales y realizar los inventarios de la herencia.
El actor le dejó a su hijo varios bienes, tales como oficinas, un rancho en Guadalajara, una casa residencial, departamentos en Acapulco, un auto Marquette de 1930 y un Mercedes-Benz clásico. Sin embargo, decidió venderlos para quitarse de encima a su primo.
Moreno Laparade aseguró que esa versión fue falsa y que su primo se deshizo de las propiedades para poderse dar una vida con lujos. Por su parte, el sobrino del cómico alegó tener documentos que demostrarían que, poco antes de morir, éste le había cedido los derechos de 39 de sus películas.
Moreno Ivanova señaló que esos documentos tenían una firma apócrifa de Cantinflas o que se rubricó cuando estaba convaleciente en el hospital.
En 2014, la Suprema Corte de Justicia de la Nación dictaminó, tras 20 años de litigio, que Moreno Laparade era el sucesor legal de los derechos cinematográficos del actor.
No se conoce el destino final del patrimonio o fortuna.
Los asuntos relacionados con el legado de Cantinflas quedaron en manos de Tita Marbez, viuda de Moreno Ivanova.
Recientemente, Lucía Méndez, quien compartió créditos con el actor en la película El Ministro y Yo (1975), dijo en una entrevista que, durante la filmación, Cantinflas solía tener una actitud solitaria y se aislaba en su camerino; muy pocas veces tuvo la oportunidad de convivir con él.
REFORMA