Una devastadora ola de calor ha azotado las aguas del Pacífico Mexicano y el Golfo de California, llevando a la muerte masiva de corales en la región. Este fenómeno, atribuido al cambio climático y exacerbado por el fenómeno de El Niño, ha causado estragos en los ecosistemas marinos, dejando a los corales expuestos al blanqueamiento y la muerte.
Los corales, que viven en simbiosis con algas microscópicas, son especialmente vulnerables al estrés térmico causado por el aumento de la temperatura del mar. Cuando los corales experimentan este estrés, expulsan las microalgas que les proporcionan energía y alimento, lo que lleva al blanqueamiento y eventualmente a la muerte de los organismos.
Rebeca Meléndez, manager de Conversación de Corales de Costa Salvaje, explicó que el blanqueamiento ocurre cuando los corales pierden las algas simbióticas, dejando al descubierto sus esqueletos y llevándolos a morir de hambre en cuestión de días. Este fenómeno ha sido especialmente devastador en áreas como Bahías de Huatulco, Oaxaca, donde el 92 por ciento de los arrecifes han perecido debido al aumento de la temperatura del océano.
El impacto también se ha sentido en el Caribe mexicano, donde se ha registrado un blanqueamiento masivo que afecta entre el 30 y el 50 por ciento de los corales en lugares como Puerto Morelos, Cancún y Cozumel.
En el Golfo de California, las altas temperaturas han llevado al blanqueamiento de hasta el 15 por ciento de los corales, con áreas como Balandra siendo las más afectadas. Sin embargo, lugares como el Parque Nacional Cabo Pulmo han demostrado una notable resiliencia, con solo el 10 por ciento de los corales muriendo debido al estrés térmico.
Este devastador evento destaca la urgente necesidad de tomar medidas para abordar el cambio climático y proteger los ecosistemas marinos. En el Día Mundial del Medio Ambiente, es crucial recordar que la supervivencia de los corales no solo es vital para la salud de los océanos, sino también para el bienestar humano y la economía de las comunidades costeras.
