El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, ha sido condenado a 45 años de prisión y cinco años de libertad vigilada por un tribunal en Nueva York, tras ser declarado culpable de delitos relacionados con narcotráfico y uso de armas. Hernández, quien gobernó Honduras durante ocho años, fue extraditado a Estados Unidos en abril de 2022 y enfrentaba acusaciones de conspirar con narcotraficantes. Aunque la Fiscalía solicitaba cadena perpetua, el juez Kevin Castel determinó una pena menor. Hernández, quien mantuvo su inocencia durante el proceso, fue arrestado en febrero de 2022 en Honduras y trasladado a Estados Unidos bajo un acuerdo de extradición. Según acusaciones, utilizó su cargo presidencial para facilitar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos, siendo descrito por Washington como responsable de convertir a Honduras en un narco-Estado
