PARÍS.- El centro de París se ha convertido en una fortaleza con la instalación de un perímetro de seguridad antiterrorista a lo largo del río Sena. Este cerco, que se extiende por un kilómetro, ha sido establecido para resguardar la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos programada para el 26 de julio.
El acceso al área cercada está restringido a quienes hayan obtenido previamente un pase especial. La clave para ingresar es el “Código QR”, que debe presentarse para atravesar las barreras metálicas que delimitan la zona de seguridad.
Emmanuelle Witt, un trabajador de comunicaciones, se encontró con dificultades cuando intentó cruzar cerca del puente Alma en bicicleta. Aunque intentó rápidamente conseguir el código en su teléfono, descubrió que el proceso puede demorar varios días, dejándolo frustrado.
Quienes ya tenían el código, ya sea en formato digital o impreso, pudieron pasar sin problemas. Sin embargo, aquellos que no contaban con el código se enfrentaron a un rechazo rotundo por parte de las autoridades, sin posibilidad de apelar.
Nassim Bennamou, un repartidor, expresó su descontento después de ser impedido de acceder a las calles cercanas a la Catedral de Notre Dame. Comentó que incluso su GPS estaba desorientado debido a las nuevas restricciones, complicando su trabajo.
A pesar de que las autoridades anunciaron el código QR con anticipación y se reunieron con residentes para informar sobre las nuevas medidas, muchos visitantes se vieron sorprendidos. Takao Sakamoto, un turista japonés, no pudo ingresar a la Torre Eiffel desde la estación Bir Hakeim y tuvo que conformarse con tomar fotos a distancia.
Por otro lado, los visitantes que lograron acceder al área restringida disfrutaron de un París inusualmente tranquilo en un soleado día de verano. Sarah Bartnicka, una turista canadiense, comentó que la experiencia fue surrealista, al sentirse como si fueran los únicos en la ciudad, y se tomó una foto con un oficial en el puente Iéna para recordar el momento.
