El Papa Francisco hizo un llamado a la paz en Venezuela, expresando su preocupación por la “crítica situación” del país sudamericano y pidiendo que se evite la violencia. Este llamado se produce en un momento de creciente tensión tras las elecciones presidenciales del 28 de julio, en las cuales el organismo electoral, que según la oposición está alineado con el gobierno del presidente Nicolás Maduro, declaró a Maduro como vencedor sin mostrar aún los resultados oficiales del conteo de votos.
En un mitin reciente, Maduro anunció que su gobierno había arrestado a 2,000 opositores y advirtió que se arrestarían a más personas. La oposición, encabezada por el candidato Edmundo González, quien según ellos ganó las elecciones, ha denunciado un supuesto fraude electoral.
Durante su oración del Ángelus en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco instó a “todas las partes a buscar la verdad, a ejercer la moderación y a evitar cualquier forma de violencia”. También hizo un llamado a resolver los conflictos mediante el diálogo, poniendo por encima el bienestar de la población y no los intereses partidistas.
En respuesta a la crisis, varios líderes internacionales han intervenido. Jon Finer, asesor adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos, afirmó que González obtuvo la mayor cantidad de votos. Mientras tanto, líderes de países europeos como Francia, España, Alemania e Italia han condenado enérgicamente los arrestos y amenazas contra líderes políticos opositores, pidiendo que se respeten los derechos de todos los venezolanos durante este proceso.
Incluso algunos líderes considerados cercanos a Maduro, como los presidentes Gustavo Petro de Colombia y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil, han pedido al gobierno venezolano que muestre el recuento de votos para aclarar la situación.