EL PLEITO POR EL REALITO

DESTACADOS, OPINIÓN, RADAR

EL RADAR
Por Jesús Aguilar

Desde que el pasado 8 de marzo se anunció que el suministro de agua desde la presa de El Realito se vería interrumpido, tanto el alcalde Enrique Galindo Ceballos como el Gobernador Ricardo Gallardo Cardona comenzaron una soterrada guerra pre electoral poniendo en juego la necesidad de la gente de subsistir a partir del suministro.
Las medidas que ambos publicitaron como su gran contribución para resolver la crisis hídrica han contado con el apoyo financiero de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), un detalle que circunstancialmente ambos han minimizado en su discurso.
Gallardo Cardona incluso se ha presentado como un gobernador previsor y visionario, destacando la rehabilitación de la Presa El Peaje como un “resultado” estelar de su gestión. Sin embargo, la realidad es que la capacidad de esta presa para captar agua ha sido mucho menor de lo que se había prometido.
“La Conagua, en coordinación con el gobierno del estado, rehabilitó la presa El Peaje para compensar la reducción del suministro de la presa El Realito. Además, el gobierno municipal de San Luis Potosí ha rehabilitado 76 pozos y dos plantas potabilizadoras, y ha perforado seis nuevos pozos, de los cuales tres fueron financiados con 66.5 millones de pesos aportados por Conagua”, reportaba recientemente la dependencia.
En ese comunicado, la Conagua también señaló con claridad cuál es la autoridad responsable por las omisiones que han impedido el restablecimiento del suministro de agua desde la presa El Realito:
“El Gobierno de México recomienda al gobierno del estado de San Luis Potosí iniciar las acciones legales correspondientes para que la empresa realice de manera inmediata la reparación integral del acueducto, con el fin de garantizar un suministro regular a la capital potosina desde la presa El Realito”, le recordó la Conagua a Gallardo Cardona.
En marzo de 2023, Gallardo visitó el Realito en los límites de Guanajuato con San Luis Potosí, ahí aprovechó para fortalecer su narrativa, en ese momento el gobernador lamentó que en poco más de una década se haya estropeado la presa de El Realito, culpando e los ex Presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón así como de los exgobernadores Marcelo de los Santos y Fernando Toranzo Fernández, quienes dijo merecen estar en la cárcel por este “robo”. “A estos cabrones les valió madre la ciudad… tienen que ir (a la cárcel), el tema es que ellos ya ni viven en San Luis, uno vive en Querétaro y otro en Puerto Vallarta por eso les vale gorro que la ciudad se quede sin agua, ellos ya traen dinero en la bolsa para gastar, ya se llevaron el dinero de la presa”.

Días después, en un evento magno de la BMW en el estado potosino, con la visita de López Obrador incluida, Gallardo pidió ayuda al Presidente para iniciar el proceso legal contra Aquos El Realito.
Dos años después, esta semana Gallardo volvió a la carga anunciando que siempre sí hay litigio contra El Realito y que finalmente se van a aplicar las penalidades correspondientes a las empresas responsables del acueducto, según lo establecido en el Contrato de Prestación de Servicios (CPS).
En esta base Gallardo Cardona debe exigir responsabilidades a las empresas Aquos El Realito, firmante del contrato, así como a Controladora de Operaciones de Infraestructura, Aqualia Gestión Integral del Agua, Aqualia Infraestructuras y Servicios de Agua Trident, de manera solidaria.
“La empresa responderá por los defectos o vicios ocultos que resulten del proyecto, quedando obligada a reparar o reponer de inmediato, a su costa y a satisfacción de la CEA, las obras o instalaciones necesarias para la prestación del servicio”, establece la cláusula novena del CPS.
Además, en el punto 10 de la cláusula cuadragésima primera, se extiende esta obligación de reparación a un año después de finalizado el contrato.
A pesar de que ya existen causales para rescindir el contrato, es poco probable que la Comisión Estatal del Agua (CEA) promueva dicha acción, ya que, aunque sea por causas imputables a la empresa, la operación, reposición de equipos, conservación y mantenimiento del acueducto El Realito quedarían a cargo de la CEA (cláusula quincuagésima).
La guerra del agua, ya no es un tema electoral con vigencia cortoplacista, es un reto real que se debe resolver como base de la eficiencia que con la reelección de Galindo subsiste, y que con la intención de afianzar su proyecto transexenal es imperativo para el Gallardismo.

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