LOS 3 FLAMANTES SENADORES DEL POTOSÍ

DESTACADOS, LOCALES, SAN LUIS

El Radar

Por Jesús Aguilar

El reciente ascenso de Verónica Rodríguez Hernández (PAN), Ruth González Silva, y Gilberto Hernández Villafuerte (PVEM) al Senado de la República en representación de San Luis Potosí refleja la diversidad política y los distintos enfoques que prevalecen en el estado.
Verónica Rodríguez Hernández es una figura emergente del Partido Acción Nacional. Aunque su experiencia política es limitada y vivió siempre en las sombras del Azuarismo, destaca por su liderazgo y ascendencia dentro del PAN a nivel estatal y su formación en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, su dotes de gran oradora la distinguen, pero eso no lo ha podido canalizar siendo un verdadero peso en la escena política, es más la ubica más del lado de los viejos cuadros que apelaban con retórica somnífera en lugar de arengas que conecten con las nuevas audiencias (si no me creen pregunten a Octavio Pedroza). Su papel como senadora podría ser crucial para equilibrar el poder entre las fuerzas políticas en el país y una de las poquísimas voces íntegras que tengan resonancia en el congreso de la unión con ascendencia real entre la ciudadanía potosina, particularmente frente a la abrumadora presencia del Partido Verde. Sin embargo, su falta de experiencia legislativa a nivel federal plantea dudas sobre su capacidad para enfrentar los retos del Senado en un entorno dominado por fuerzas políticas aliadas al partido en el poder. Ojalá crezca y si lo hace, en el nuevo contexto de un país gobernado por primera vez por una mujer ser tomada en serio, como aspirante en el 2027. Si se mantiene mirando a los toros desde la barrera, cumplirá sus 6 años instalada en el ostracismo.
Ruth González Silva, la esposa del gobernador Ricardo Gallardo, llega al Senado con una imagen sólida respaldada por un amplio apoyo popular, impulsada por su gestión en el DIF estatal y su perfil de figura social con un enfoque humano. Su candidatura fue vista como la más fuerte desde el inicio, lo que se confirmó con una victoria contundente. Sin embargo, su cercanía natural con el gobernador es un arma de dos filos porque acumula de manera instantánea todos sus pros y sus contras, además la falta de una trayectoria política independiente plantea cuestionamientos sobre su autonomía como legisladora y como futura candidata a la gubernatura. Acostumbrada a vivir el poder en un lugar seguro en San Luis habrá que medir sus verdaderos alcances personales en un Congreso chispeante donde el currículum y trayectoria importan y va a haber una oposición desgarradora. Su éxito electoral refleja la consolidación del control del Partido Verde en San Luis Potosí, algo que podría limitar la pluralidad en la toma de decisiones legislativas a nivel federal, si encuentra con humildad este proceso como una escuela política, se sabe relacionar y no pasar de noche como ha sucedido con los demás senadores gallardistas, hasta ahora, podrá granjearse un voto de confianza que no tiene en lo personal, sino como bandera natural del gallardismo femenino hacia el futuro de su grupo político.
Nadie sabe aún cómo piensa en lo personal, qué quiere y cómo actúa, le llegó el tiempo sin duda…
Finalmente, Gilberto Hernández Villafuerte es un político cercano a las bases Gallardistas, con experiencia como diputado federal y exalcalde de Soledad de Graciano Sánchez en dos turnos, aunque su desempeño en estos roles ha sido considerado mediano, sin mayores luces. Su inclusión en el Senado, gracias a la popularidad de su compañera de fórmula, despierta preocupación sobre su capacidad para aportar de manera efectiva en la legislación federal. Su trayectoria política ha sido opacada por críticas a su desempeño, lo que sugiere que su papel en el Senado podría ser más simbólico que efectivo, actuando más como un apoyo para las iniciativas del partido que como un legislador independiente y activo. En este trienio que empieza muchas piezas leales y fieles, expertos en la conveniente subordinación al líder verde tendrán que cambiar de posiciones porque el tiempo se agota para ser “ellos mismos” en el acomodo natural que vendrá de manera forzosa.
Los nuevos senadores, todos tienen también el gran desafío de no perder el piso que la posición más cómoda y poderosa del tablero político implica, un espacio que además es un histórico enterrador de políticos potosinos, si no, pregunten a Zapata Perogordo, Eugenio Govea, Juan Ramiro Robledo, Octavio Pedroza, Sonia Mendoza y un largo etcétera.

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