Habitantes de la calle Guacamaya, en la colonia Piquito de Oro, viven con gran preocupación debido a una serie de envenenamientos y maltratos animales que han dejado a cuatro perros muertos en las últimas semanas. Los casos comenzaron a principios de agosto, cuando una perra fue encontrada envenenada en medio de la calle. A pesar de los intentos por salvarla, la mascota murió, y lo que más impactó a los testigos fue ver cómo las moscas que se posaban sobre su baba también morían.
El problema se agravó una semana después con el envenenamiento de un segundo perro. A pesar de los esfuerzos de los vecinos, que le administraron carbón activado, el animal falleció rápidamente. El mismo día, un tercer perro mostró signos de envenenamiento, pero afortunadamente lograron salvarlo. Cerca del lugar se encontró una bolsa con carne, la cual se sospecha fue usada para atraer a los animales y envenenarlos.
El lunes pasado, el perro que había sido salvado del primer incidente fue nuevamente envenenado. Un video enviado al grupo de WhatsApp de los vecinos mostraba al animal sufriendo antes de morir. Nuevamente, las moscas que se acercaron al perro fallecieron al contacto con su sangre, dejando manchas en el pavimento.
El caso más reciente ocurrió el sábado 7 de septiembre por la mañana, cuando otro perro fue hallado con los mismos síntomas. Aunque no ha habido nuevos incidentes desde entonces, los residentes de la calle Guacamaya temen que los envenenamientos continúen, y viven con angustia por la seguridad de sus mascotas.
Los vecinos creen que alguien de la zona podría estar detrás de estos crueles actos, ya que los incidentes solo se han registrado en esa calle y no en otras partes de la colonia. Por ello, han solicitado la intervención de las autoridades para investigar y detener al responsable. Hasta ahora, no se ha identificado al culpable, pero los residentes esperan que la situación se resuelva pronto para evitar más tragedias.
