Durante su conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió al incidente ocurrido en Veracruz, donde fue blanco de una botella de agua arrojada por un manifestante durante la inauguración de la Casa Museo Benito Juárez. AMLO aseguró que no habrá represalias contra la persona que lanzó el objeto, afirmando que su “pecho no es bodega” para el resentimiento.
El presidente hizo un llamado a la prudencia y al respeto, especialmente ante el clima de protestas que podrían intensificarse con el cambio de gobierno próximo. “El que tiró la botella puede estar tranquilo, no pasa nada”, comentó, recordando que el acto no fue más que una expresión de descontento, a la que se refirió con humor, indicando que su experiencia en béisbol le permitió esquivarla.
La manifestación estaba compuesta por trabajadores del Poder Judicial que se oponen a la reforma judicial promovida por el presidente, que incluye la elección de jueces por voto popular. Durante el evento, los manifestantes gritaron consignas como “¡dictador, dictador!” mientras la situación se tornaba tensa con intercambios de objetos entre los protestantes y simpatizantes de Morena.
