A partir de este mes, los ciudadanos estadounidenses podrán solicitar pruebas de COVID-19 para recibir en casa de manera gratuita.
Cada persona podrá pedir hasta cuatro pruebas nasales a través del sitio web COVIDTests.gov, aunque aún no se ha anunciado una fecha específica para el inicio del programa.
Un portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos comentó que estas pruebas están diseñadas para detectar las variantes más recientes del virus, especialmente antes de las celebraciones de fin de año, cuando muchas familias se reúnen.
El mes pasado, las autoridades aprobaron una vacuna actualizada contra el COVID-19, dirigida a las variantes actuales y potenciales que puedan surgir durante el invierno. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades han recomendado esta vacuna para todas las personas a partir de los 6 meses de edad.
Aunque la mayoría de los estadounidenses tienen cierto nivel de inmunidad, ya sea por contagios previos o por vacunas, esta protección está disminuyendo. Las vacunas administradas el año pasado se dirigían a una variante del coronavirus que ya no está presente en circulación.
