La remodelación del Barrio San Miguelito en San Luis Potosí fue entregada en medio de reclamos entre vecinos, quienes señalaron las deficiencias de la obra, y el gobernador Ricardo Gallardo Cardona, quien criticó a aquellos que se ampararon para detener el proyecto. La obra, que estaba destinada a mejorar la infraestructura del histórico barrio, fue entregada de manera tardía, con sobreprecio y sin estar terminada.
Durante el evento de entrega, Gallardo expresó su inconformidad hacia los ciudadanos que interpusieron amparos por las irregularidades de la obra y al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que también se opuso al proyecto en diversas etapas. “Seis personas del barrio nos metieron amparo tras amparo”, declaró el gobernador, señalando que esto causó retrasos en los trabajos.
Leticia Vargas Tinajero, secretaria de Desarrollo Urbano, Vivienda y Obra Pública (Seduvop), reconoció que el costo inicial de la obra, estimado en 75 millones de pesos, se incrementó a 104.5 millones, lo que representó un aumento del 39%. A pesar del sobreprecio, admitió que la obra sigue incompleta, ya que el retiro de los postes de cableado eléctrico no se llevó a cabo, lo que ha generado molestias entre los vecinos.
Los habitantes del barrio denunciaron en una carta que la obra no está finalizada y que carece de las garantías necesarias para su correcta implementación. Tras 410 días de trabajos, señalaron que la Seduvop incumplió con las exigencias impuestas por la justicia federal, que incluían la presentación de varios requisitos aún pendientes.
Por su parte, el INAH informó al Juzgado Sexto de Distrito, donde se tramita uno de los amparos, que la Seduvop podría estar incurriendo en violaciones a las normativas vigentes por no cumplir con las órdenes de la autoridad, lo que complica aún más la situación de la obra en San Miguelito.
Esta entrega de obra deja un sabor agridulce, ya que, aunque se ha avanzado en el remozamiento del barrio, persisten las críticas sobre la calidad y transparencia en su ejecución.
