El ejército de Corea del Sur ha difundido videos que muestran cómo las fuerzas de Corea del Norte han volado secciones de carreteras que unían a ambos países. Esta acción se produce pocos días después de que el régimen de Kim Jong Un anunciara el cierre permanente de su frontera con el Sur.
Según el Estado Mayor Conjunto surcoreano, el Norte detonó partes de las carreteras Gyeongui y Donghae, ubicadas al norte de la Línea de Demarcación Militar que divide a las dos naciones. En respuesta a esta provocación, las fuerzas armadas surcoreanas realizaron “disparos de respuesta” en su territorio.
Aunque las rutas y ferrocarriles entre las dos Coreas han permanecido cerrados durante años, la destrucción de estas carreteras indica que Kim Jong Un está cerrando las puertas a cualquier negociación con el Sur, según analistas. Yang Moo-jin, presidente de la Universidad de Estudios Norcoreanos, considera que esta demolición es una estrategia militar que podría estar relacionada con la construcción de más barreras a lo largo de la frontera.
Las relaciones entre Corea del Norte y del Sur han empeorado significativamente desde que el presidente conservador Yoon Suk Yeol asumió el cargo en Seúl en 2022. Su administración ha adoptado una postura más dura hacia Pyongyang y ha fortalecido la colaboración militar con Estados Unidos y Japón, lo que ha llevado a ejercicios militares conjuntos que el Norte ve como preparativos para una invasión.
China hizo un llamado a ambas naciones para que eviten una “nueva escalada” de tensiones que pueda ir en contra de los intereses de la región.
Kim Jong Un, quien ha declarado a Corea del Sur como el “enemigo principal” de su país, ha intensificado sus esfuerzos defensivos al desplegar minas terrestres y misiles nucleares en la zona fronteriza. Recientemente, acusó a Seúl de utilizar drones para difundir propaganda sobre Pyongyang y, en respuesta, anunció que sellará de manera permanente la frontera sur, advirtiendo que cualquier incursión de drones sería considerada una “declaración de guerra”.
El lunes, Kim presidió una reunión de seguridad para desarrollar un plan de “acción militar inmediata” ante lo que describió como “graves provocaciones del enemigo”. La hermana de Kim, Kim Yo Jong, también declaró que Corea del Norte tiene “pruebas claras” de la implicación del ejército surcoreano en el uso de drones en su territorio y advirtió que “los provocadores pagarán un alto precio”.
