Después de la muerte de sus padres, Sandra comenzó a tener conflictos con sus hermanos, Rita y Rogelio, en relación con los bienes que habían dejado. A diferencia de ellos, Sandra había estado al lado de sus padres y vivía en la casa familiar donde crecieron, lo que intensificó la tensión entre los tres.
Rita y Rogelio exigieron a Sandra que desocupara la vivienda, alegando que no debía quedarse con la casa, aunque ella les aseguró que esa no era su intención. La situación escaló cuando, tras salir a trabajar, Sandra regresó y descubrió que sus hermanos habían cambiado la cerradura, impidiéndole el acceso a su hogar.
Sintiéndose despojada, Sandra acudió al Ministerio Público y presentó una denuncia por despojo. Como resultado, Rita y Rogelio fueron vinculados a proceso por este delito. Sin embargo, el juez de control decidió remitir el caso al Centro de Justicia Alternativa (CJA) del Poder Judicial de la Ciudad de México, dado que se trataba de un delito no grave.
El CJA ofrece un servicio de facilitación penal gratuito, lo que permitió que los hermanos buscaran un acuerdo que restaurara los derechos de Sandra y liberara a Rita y Rogelio del proceso penal. Con la ayuda de un profesional del CJA, los tres dialogaron. Rita y Rogelio acordaron devolver la posesión de la casa a Sandra, pero también expresaron su necesidad de asegurar sus propios derechos sobre la propiedad.
Finalmente, se llegó a un acuerdo que resolvió el conflicto. Se firmó un acuerdo reparatorio que permitió a Sandra regresar a su hogar, mientras que sus hermanos quedaron libres del proceso penal una vez que el juez validó el documento firmado por los tres.
