Diversos estudios señalan que el café, una bebida común y popular, podría aportar beneficios inesperados para la salud en el embarazo. Un equipo de investigación en la Universidad de California en San Francisco ha encontrado que la cafeína podría reducir el riesgo de parálisis cerebral en recién nacidos, una afección debilitante que suele originarse por falta de oxígeno durante el nacimiento.
En la investigación, se utilizaron ovejas embarazadas a las que se administró una dosis única intravenosa de cafeína, equivalente a diez tazas de café, o bien una dosis de placebo. Tras el nacimiento, algunos corderos recibieron cafeína adicional, mientras que otros solo placebo. Los resultados mostraron que los corderos tratados con cafeína presentaron una menor inflamación sistémica y menor daño en las áreas cerebrales de materia gris y blanca. Además, los corderos que recibieron cafeína parecían más activos, comiendo y moviéndose más que los animales no tratados.
Los investigadores observaron que la cafeína, al ser una molécula antioxidante y antiinflamatoria, cruza la barrera hematoencefálica con facilidad, lo que podría estar detrás de su capacidad para reducir el daño cerebral causado por asfixia. Jana Mike, coautora del estudio, destacó la propiedad antioxidante de la cafeína, mientras que el neonatólogo Emin Maltepe, autor principal de la investigación, comentó que este hallazgo abre la posibilidad de prevenir discapacidades a largo plazo en los recién nacidos afectados por asfixia, especialmente en regiones donde los tratamientos actuales son menos accesibles.
Aunque el estudio fue realizado en animales, los resultados despiertan interés en la potencial aplicación de la cafeína como tratamiento preventivo. Maltepe añadió que la cafeína ya ha demostrado su seguridad en el tratamiento de bebés prematuros, donde se utiliza para estimular los centros respiratorios y ayudar a recordar el proceso de respiración, especialmente en situaciones críticas.
Este avance, aunque requiere más investigación en humanos, plantea la posibilidad de que el consumo controlado de cafeína durante el embarazo tenga beneficios preventivos significativos. Esta idea contrasta con el consejo tradicional de evitar o limitar el consumo de cafeína en esta etapa, ofreciendo una nueva perspectiva sobre cómo esta bebida podría ayudar a proteger la salud neonatal.