En una trágica explosión en la provincia de Baluchistán, Pakistán, nueve personas perdieron la vida, incluidas cinco niños, luego de que una bomba colocada en una motocicleta estallara cerca de un vehículo policial que custodiaba una campaña de vacunación contra la polio. Según las autoridades, el ataque, que también dejó 17 personas heridas, ocurrió en el distrito de Mastung, donde el estallido alcanzó a un vehículo escolar cercano.
El incidente se produjo en medio de la campaña de vacunación que busca inmunizar a 45 millones de niños menores de cinco años ante el incremento de casos de polio en el país, que ya suma 41 infecciones en lo que va del año. Las fuerzas de seguridad y los trabajadores de salud involucrados en esta campaña han sido objeto de numerosos ataques en los últimos meses, especialmente en áreas como Baluchistán y el distrito de Orakzai, donde militantes atacaron recientemente un centro de salud, resultando en un enfrentamiento que dejó muertos a dos policías y tres de los agresores.
Las sospechas recaen sobre grupos separatistas y el Talibán paquistaní, que han intensificado los ataques en la región. El Ejército de Liberación Baluchi, un grupo separatista conocido en Baluchistán, ha realizado ataques previos y ha dirigido sus acciones incluso contra extranjeros. En septiembre, el grupo asumió la responsabilidad de una bomba en Karachi que afectó a ciudadanos chinos, lo que provocó una fuerte reacción de las autoridades de China, quienes han pedido a Pakistán mayores medidas de seguridad para los ciudadanos chinos que participan en la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda.
El primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, y el ministro de Baluchistán, Sarfraz Bugti, condenaron el ataque y reafirmaron su compromiso de enfrentar a los insurgentes en la región.