Nohemí Proal Huerta, secretaria técnica del Secretariado Ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública (SECESP), anunció que, en conjunto con varias instituciones, se pondrán en marcha programas de reeducación para personas privadas de la libertad (PPL) que han sido condenadas por delitos como violación y feminicidio. Estos programas buscan que quienes han cometido estos crímenes tengan la oportunidad de modificar sus comportamientos y evitar así que reincidan en el futuro.
La funcionaria explicó que estas estrategias pretenden abarcar no solo a la población en general, como medida preventiva, sino también a aquellos que ya han recibido una condena por violencia de género, con el fin de que puedan reformar su manera de pensar. “La intención es que quienes ya han sido sentenciados puedan reestructurar sus pensamientos y actitudes para evitar que repitan estos actos en el futuro”, puntualizó.
Además, destacó la colaboración con la Procuraduría para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PPNNA), el Centro de Justicia para las Mujeres (CJM), el Instituto de las Mujeres del Estado (Imes), la Secretaría General de Gobierno del Estado y el Consejo Estatal de Población (Coespo). Esta colaboración es clave para crear un enfoque integral en el que cada institución aporte recursos y conocimientos especializados en la reeducación de personas agresoras.
Por otro lado, Proal Huerta adelantó que en breve se dará a conocer un proyecto en el que se trabaja junto a la Secretaría General del Gobierno del Estado, aunque aún no se ha definido una fecha exacta para su presentación.
Con un presupuesto de 2 millones 600 mil pesos aportados por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim), el gobierno estatal ha comenzado a desarrollar dos proyectos específicos de reeducación dirigidos a niñas, niños y adolescentes. Estas iniciativas se implementarán en 12 escuelas públicas y privadas ubicadas en zonas de la capital con antecedentes de violencia de género y sexual, buscando fomentar una cultura de respeto y prevención desde temprana edad.