La alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, prohibió las manifestaciones en la ciudad durante tres días tras una serie de ataques antisemitas dirigidos a los seguidores del Maccabi Tel Aviv durante un partido de la Europa League. Los incidentes ocurrieron en la madrugada del viernes, cuando grupos atacaron a los aficionados israelíes con fuegos artificiales y los agredieron físicamente. Al menos cinco personas fueron hospitalizadas, y se desplegaron cerca de 200 agentes para proteger a las víctimas y llevarlas a los hoteles.
La violencia, que incluyó gritos de insultos antiisraelíes y agresiones físicas, se desató en un contexto de creciente tensión tras los recientes conflictos entre Israel y Gaza. La alcaldía también otorgó a la policía poderes extraordinarios para realizar registros y paradas de emergencia.
Las autoridades de los Países Bajos han condenado los ataques, y el primer ministro Dick Schoof expresó su “profunda vergüenza” por lo ocurrido. A nivel internacional, el presidente israelí, Isaac Herzog, comparó estos incidentes con el pogromo nazi de la Kristallnacht, destacando la gravedad de la violencia antisemita en Europa.
Además, Israel envió aviones para traer de vuelta a los aficionados israelíes que se encontraban en Ámsterdam, mientras la policía holandesa reforzó la seguridad en la ciudad. A raíz de los disturbios, se realizaron detenciones y se cancelaron las protestas planificadas en la ciudad.
Este evento subraya el aumento de los ataques antisemitas en Europa desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás, y las autoridades continúan investigando los responsables de las agresiones.