El Radar
Por Jesús Aguilar
Tras reconciliarse, los socios de “Espacios en el Horizonte” buscan revivir el proyecto “Las Cañadas”, que planea urbanizar 1,805 hectáreas en la Sierra de San Miguelito, actualmente Área Natural Protegida (ANP).
Durante una reunión con comuneros, representantes de la empresa explicaron que intentarán revocar el decreto de protección y tienen un “Plan B” en caso de no conseguirlo. Este plan implica utilizar 527 hectáreas, declaradas urbanizables en la administración pasada, para iniciar el proyecto y crear un precedente legal para nuevos litigios contra el ANP.
En la reunión, los abogados de la empresa mencionaron que están cabildeando con jueces y confían en que su juicio de amparo se resolverá a favor en 2025. Además, la empresa afirmó que la exclusión de las tierras del ANP fue restablecida, lo que representa un avance en su estrategia de anular la protección ambiental.
Ya hay antecedentes contundentes de cómo han querido influir con métodos controversiales en la postura de los ejidatarios.
Esta situación que puso en evidencia el estilo de los socios de Cañadas a través de su entonces abogado Gustavo Barrera López terminó hasta en la separación de sus intereses casi un año después consignado también por Astrolabio.
En el nuevo intento “unificado” hay posiciones dispares pues aunque algunos comuneros expresaron descontento por el trato recibido, la empresa aseguró estar comprometida con ellos. Sin embargo, la reciente “reconciliación” de los socios en torno a este proyecto, sumada a los cabildeos legales, pone en riesgo la protección de esta área natural, cuya preservación depende de la intervención de la federación, el gobierno estatal de Gallardo y la administración municipal de Galindo Ceballos.
Los socios del proyecto inmobiliario Las Cañadas en la Sierra de San Miguelito, San Luis Potosí, no han sido revelados oficialmente al público, pero una de las cabezas abiertas es el controvertido empresario Carlos “Chato” López, (dueño de Aguas del Poniente que ya adeuda a la sociedad potosina a través del Interapas una millonario cantidad aún sin confirmar a pesar de que en agosto pasado ya venció el plazo determinado para este objeto), quien se ha hecho acompañar por Jorge y Manuel del Valle y Manuel “La Manguera” Muñíz Werge y se asume que lo respaldan entre otros, empresarios con medios de comunicación masivos y el magnate Vicente Rangel Mancilla (con estrecha relación con el titular de SEDECO Salvador González), Marcelo de los Santos Anaya (hijo del ex Gobernador Marcelo de los Santos autor del contrato leonino con Aquos El Realito) y Alejandro Tamayo, (foráneo estigmatizado por ser la “manzana de la discordia” en los acuerdos y desfalcos internos del grupo.
Hoy la empresa Espacios en el Horizonte es la principal promotora del proyecto. Y es una holding que ha estado en el centro de las controversias y procesos legales empujando de todas las formas posibles con desquiciar el área natural protegida de la Sierra de San Miguelito.
Hace pocos meses uno de los principales activistas por la defensa de la Sierra, el abogado Carlos Covarrubias Rendón me comentó en una entrevista radiofónica que “es urgente que el Gobierno Federal declare la Sierra de San Miguelito como un asunto de seguridad nacional”, pues esa es la única manera de evitar que “con o sin amparos, con o sin litigios, con o sin incendios, el tema de la Sierra pueda quedar solventado de manera definitiva”.
En contraparte, Alberto Ayala Gallegos, nuevo vocero y “gestor” de los barones del concreto con antecedentes graves de ruptura con el extinto empresario Vicente Rangel Lozano y socio de otros desarrollos inmobiliarios de la zona, remató en los videos que ha publicado Astrolabio Diario Digital sobre los testimonios publicados en la nota de Victoriano Martínez que pueden consultar al final de la nota con un determinante, “Ya los participantes en la sociedad Espacios en el Horizonte están todos alineados con ustedes, ya no están unos apoyando a un grupo y otros a otro. Hoy van con el mismo objetivo, todos a apoyar a la comunidad, no a uno ni a otro…”
“Unidos a robar la comunidad”, fue la voz de los resilientes comuneros que rechazaron tajantemente la narrativa de Ayala.
La información completa sobre el tema en esta actualización está aquí.
