A partir de ahora, los estudiantes de primaria y secundaria en Brasil no podrán utilizar sus teléfonos celulares en las escuelas, luego de la aprobación de una nueva ley ayer. Legisladores, padres y el gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva han insistido en limitar el uso de estos dispositivos en los centros educativos, argumentando que pueden ser perjudiciales para la salud y el aprendizaje de los jóvenes.
Más de la mitad de los adolescentes brasileños entre 10 y 13 años poseen un teléfono móvil, una cifra que sube al 87.6% entre los de 14 a 17 años. Según datos del Comité Gestor de Internet, casi dos tercios de las escuelas del país ya restringían por propia decisión el uso de estos dispositivos, mientras que solo el 28% los prohibían completamente.
La ley afecta a estudiantes de entre 4 y 17 años y fue aprobada por el Senado. Ahora, debe ser sancionada por el presidente Lula para entrar en vigor. El objetivo de esta medida es “salvaguardar la salud mental, física y psíquica de los niños y adolescentes”, manteniendo los celulares fuera de las aulas y momentos de recreo.