El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tomó la decisión histórica de conmutar las penas de muerte de 37 de los 40 prisioneros que estaban en el corredor de la muerte federal. Esta medida convierte sus condenas en cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Esta acción llega poco antes de que Donald Trump, quien ha sido un firme defensor de la pena de muerte, asuma el cargo nuevamente.
Biden destacó que su carrera se ha centrado en reducir los crímenes violentos y garantizar un sistema de justicia justo. “Estas conmutaciones reflejan la moratoria que he impuesto sobre las ejecuciones federales, exceptuando casos como el terrorismo o asesinatos en masa por odio”, explicó el mandatario.
Los prisioneros afectados por la medida fueron condenados por crímenes graves, incluidos homicidios de policías, militares y otras personas en territorio federal. Sin embargo, solo tres prisioneros federales permanecen en la lista de ejecuciones: Dylann Roof, autor de un tiroteo racista en Charleston; Dzhokhar Tsarnaev, responsable del atentado en el maratón de Boston; y Robert Bowers, quien mató a 11 personas en una sinagoga de Pittsburgh.
En 2021, el gobierno de Biden impuso una moratoria sobre las ejecuciones federales para revisar los protocolos. Biden había prometido en su campaña presidencial trabajar para eliminar la pena de muerte a nivel federal y motivar a los estados a seguir este ejemplo.
“Entiendo el sufrimiento de las víctimas, pero creo firmemente que debemos terminar con el uso de la pena de muerte en el sistema federal”, aseguró Biden, mientras criticaba la postura de Trump, quien en diversas ocasiones ha mostrado su apoyo para ampliar las ejecuciones.
La conmutación de estas penas se produce en medio de un creciente llamado por parte de grupos defensores de los derechos humanos, y menos de dos semanas después de que Biden tomara otras medidas de clemencia, liberando a miles de personas durante la pandemia de COVID-19. Además, la decisión coincide con un periodo de especulaciones sobre futuras acciones de indulto por parte del presidente.
Martin Luther King III celebró la decisión, reconociendo que Biden “ha hecho lo que ningún presidente antes se atrevió a hacer”. Mientras tanto, Donnie Oliverio, un exagente de policía cuyo compañero fue asesinado por uno de los prisioneros cuya pena fue conmutada, expresó que, aunque la pena de muerte no hubiera traído paz, apoya la decisión del presidente, alineada con su fe y principios.