El uso excesivo de pirotecnia durante las celebraciones de Año Nuevo generó un saldo preocupante con 69 incendios registrados y siete personas lesionadas, según informó Adolfo Benavente Duque, comandante del Cuerpo de Bomberos. Los daños materiales podrían superar los 10 millones de pesos, afectando propiedades, vehículos y espacios públicos.
Uno de los eventos más críticos ocurrió en el barrio de Santiago, donde una acumulación de gas provocó la explosión de una vivienda, dejando cuatro heridos y dañando gravemente la estructura de la casa, así como otras cuatro propiedades cercanas. La residencia quedó destruida en un 90 por ciento.
Otra emergencia significativa fue el incendio de un taller mecánico en la colonia General I. Martínez, que destruyó completamente doce vehículos. Este incidente fue reportado casi al mismo tiempo que la explosión en Santiago, destacando la saturación de los servicios de emergencia.
En la colonia Las Trojes, un incendio residencial dejó tres personas con quemaduras de diversa gravedad. Mientras tanto, en Villa de Pozos, el restaurante de mariscos “El Sinaloense” fue consumido por las llamas, representando una pérdida total. Asimismo, en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, se atendió un incendio en una vivienda durante la madrugada.
En un esfuerzo por prevenir más incidentes, la Unidad Municipal de Protección Civil decomisó 90 kilogramos de pirotecnia ilegal o vendida sin autorización. Sin embargo, los operativos no lograron evitar que este fin de año se convirtiera en uno de los más caóticos en términos de accidentes relacionados con pirotecnia.
Benavente Duque señaló que esta vez no se puede hablar de un saldo blanco, ya que el número de incidentes superó al de años anteriores, lo que evidencia la falta de control en el uso de productos pirotécnicos.
