China ha decidido sancionar a diez empresas estadounidenses, entre ellas filiales de Lockheed Martin y tres de General Dynamics, debido a su implicación en la venta de armas a Taiwán. Pekín considera a Taiwán como parte de su territorio y no descarta el uso de la fuerza para recuperarlo.
Desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo, Estados Unidos ha continuado con la venta de armas a la isla, lo que ha provocado la ira de China, que considera estas acciones una violación de su soberanía.
El Ministerio de Comercio de China incluyó a estas empresas en su “lista de entidades no fiables” debido a su participación en las ventas militares a Taiwán. Las empresas afectadas enfrentan restricciones severas, como la prohibición de realizar importaciones o exportaciones vinculadas a China y la imposibilidad de invertir en el país asiático. Además, los altos ejecutivos de estas empresas no podrán ingresar a territorio chino.
La medida también amplió las sanciones impuestas la semana pasada, cuando China sancionó a otras siete empresas estadounidenses, tras la aprobación de un nuevo paquete de ayuda militar a Taiwán por parte de Washington.
Asimismo, China incluyó a 28 organismos estadounidenses en su lista de control de exportaciones, lo que prohíbe la venta de productos de uso dual (civil y militar) a estas entidades.
A pesar de que Estados Unidos reconoce a Pekín como el gobierno legítimo de China y no mantiene relaciones diplomáticas oficiales con Taiwán, ha sido su principal aliado y proveedor de armas durante varias décadas. En respuesta, China ha incrementado su presión militar y política sobre Taiwán, enviando aviones y buques militares a la región y realizando maniobras cerca de la isla.
