Los peros a los aciertos de Gallardo

DESTACADOS, OPINIÓN, RADAR

El Radar por Jesús Aguilar.

“Es la economía estúpidos… “

Frase dicha por James Carville, asesor en comunicación política y usada en la campaña de triunfo de Bill Clinton rumbo a su primer término a la Presidencia de los Estados Unidos en 1992.

Arranca formalmente el cuarto año del gobierno estatal que comanda Ricardo Gallardo y es hora de que alguien diga lo que ni los cercanos se atreven o los opositores guardan.

La ecuación es clara, nadie queremos que a San Luis le vaya mal, pero muchas de las cosas que no se discuten ni en lo público, y al parecer tampoco en la burbuja que se forma siempre en los tenedores temporales del poder pesan y si no se miden a tiempo, las mejores rutas se descarrilan.

Según Mitofsky (encuestadora aún muy conocida y confiable) la popularidad y aceptación de Gallardo es una de las más notables y sólidas (aún) en el país. Según el último ranking disponible de noviembre pasado Ricardo “El Pollo” Gallardo es el gobernador que mantenía la cima de la aceptación masiva de sus gobernados incluso con un repunte porcentual, había pasado de 58.2 por ciento de aprobación en octubre a 58.6 en noviembre y se mantenía ya por más de 2 años en el tope de calificación, en este caso una vez más en el número 1 de los 32 estados del país. Es evidentemente también el gobernador mejor calificado que integra el bloque de aliados de la 4T, y eso también es significativo porque significa que a la mitad de su gestión, su estilo de gobernar y liderazgo es más influyente en sus gobernados aún que el arrollador bloque que se identifican con el partido-estado Morenista.

Este es un bombazo que seguro le ha permitido a Ricardo afianzar su idea de que ha hecho las cosas bien, que ésa es la razón por la que sigue siendo un rock-star en la que más del 70% de sus actividades públicas implican eventos multitudinarios en los que la gente lo ensalza y trata como un verdadero mesías.

¿Sucede? Sí. ¿Esto es todo lo que se debería de estar viendo y analizando? Absolutamente no.

La narrativa de comunicación oficial en el estado, el reiterativo cuento de “nosotros somos buenos y casi santos” y todos los demás son “malos y perversamente corruptos” es medianamente cierto, la transparencia es la pata de palo de esta administración y aún no los hace cojear pero sucederá, y lo hará de forma brutalmente negativa si no toman consciencia y lo remedian a tiempo. 

Con la vara que midas serás medido, dice el lapidario dicho que aplica siempre, especialmente en la política donde nada es eterno, ni tampoco nadie intocable. 

Aún están a tiempo de revertir algo irremediable, los manejos no son del todo malos, pero implican graves riesgos y un día se van a empezar a resentir.

Para muestra basta un botón, al corte del tercer informe de Gobierno, Gallardo anunciaba haber roto records de inversión en infraestructura pública con más de 22 mil millones, y sí, hay obra inusitada por todas partes, puentes atirantados en zonas clave de la mancha urbana capitalina y en Soledad, la Arena Potosí, el Centro Cultural Doroteo Arango, el Teatro de la Ciudad del Parque Tangamanga 2, la renovación e iluminación del periférico, ahora llamado Circuito Potosí. 

En su informe pasado Gallardo anunció que su intención era al menos duplicar esta inversión en el resto de su administración.

Su antecesor Carreras, en sus seis años no generó inversión en infraestructura ni visible, ni significativa y este es uno de los puntos clave que ya lo distinguió de lo que ha representado históricamente ése gobierno como el “último” de lo que han llamado ya de forma aburrida y reiterada como la “maldita herencia”, marcar ésa diferencia con cosas que “se ven” es un dispositivo muy efectivo que además desdeña (aparentemente) lo que podría venir detrás, la calidad y costo de las obras, el gasto social que implicó cada condición y el enfrentar contrapuntos abiertos a razón de cada toma de decisión.

Lo cierto es que en este momento Gallardo llega de manera “inmejorable”, según los infiltrados en su burbuja, a la mitad de su tiempo: arrasando en la mayoría de las elecciones intermedias, convirtiendo rivales en dependientes, escogiendo adversarios, aplastando presuntas disrupciones, con una calificación pública inmejorable, obra visible y ahora hasta un congreso con una oposición pulverizada, partidos en vias de extinción y un MORENA local que sigue sin pintar en lo mínimo para preocuparle.

Pero también es cierto que una encuesta mensual de Mitofsky no lo vacuna ante cualquier condición que pueda cambiar el ánimo de la gente, que han mal acostumbrado a una gran mayoría de lo que llaman “su estructura” a la dependencia económica y de atención y que la masa silenciosa o abrumadoramente ruidosa no perdona, habría que revisar con pragmatismo la reacción que ha sucedido al anuncio de la “recuperación” de varios impuestos estatales. La gente no quiere nada que no sea gratis, y ser el Santa Claus tributario permanente oxida cualquier trineo, no necesitamos ser pseudo periodistas, de un pseudo portal para saberlo. 

Tampoco se necesita ser un genio para aceptarlo.

Pero el tema de fondo es que no hay dinero, (o al menos no hay dinero que alcance para poder casi triplicar en 3 años lo que se hizo en obra durante los últimos seis años anteriores a su administración) que aunque hoy el Congreso de la Unión, que determina cuánto dinero se debe repartir en el país, a pesar de tener 257 diputados de Morena, 60 diputados de su propio partido Verde (entre los cuales está su propio padre) más 47 del PT no tuvieron en la agenda incrementar de forma realmente importante el presupuesto que se ejerce para el año que empieza, que las participaciones se hayan mantenido en el nivel en el que el desdén Obradorista generó hacia San Luis durante su administración persista, independientemente de la aportación que hizo el propio Gallardo y el Verde a tener la hoy tan preciada mayoría en el Senado y la segunda bancada más poderosa en San Lázaro para Velasco y allegados.

Diversas voces en distintas formas, pudimos plantear a tiempo que las bondades del estilo de gobierno actual se imponían a las críticas porque tenía los resultados notables que sí hemos señalado sin escarnio, pero hoy el asunto es definitivo, no hay dinero que alcance para mantener las cosas así, no se ha atendido el tema de pensiones con certidumbre, el monstruo magisterial es una bomba de tiempo y para terminar se ha recurrido a una persona sin experiencia potosina en política  y un muy discreto expertise como estratega financiera y de políticas públicas que pasan por la economía de un estado (que importa y mucho como la fila de proveedores que no han sido atendidos) como la tercera titular de Finanzas en el momento más complicado de la administración porque de lo que suceda hoy depende el futuro, porque se tuvo que recalar en la recaudación, porque el último sexenio poderoso en infraestructura fue el de Marcelo de los Santos porque justamente tuvo el apoyo de Fox y de sus bancadas para traer montones de dinero extra y porque incidía en la infraestructura pública el costo del petroleo mexicano, hoy se regala el dinero, se recauda menos y se gasta más en cosas como el AIFA, Dos Bocas o el Tren Maya, ninguna de las magnas obras del Obradorato que afectan en nada positivo a San Luis.

Los créditos quirografíarios que han pedido recientemente son aspirinas para el cáncer, es hora de tomar otras decisiones en lo político, en la gestión con el gobierno federal y el congreso, de echar mano de expertos fuera de los solícitos cuadros de siempre, que vendan ideas sólidas, no solo lealtades que dicen a todo que sí, el esquema se va vencer y nadie está haciendo nada para remediarlo. 

Un crédito gestionado hoy de forma sólida permitiría al gobierno obtener recursos para desarrollar infraestructuras y servicios públicos sin esperar a la acumulación de ingresos fiscales suficientes. Esto es crucial para impulsar el desarrollo económico y mejorar la calidad de vida de la población.

Pero lo que importa más, es el lugar a la autocrítica, a las voces que no quieren destruir, sino ayudar a no desgastar lo que sí se ha hecho bien, lo demás es pura verborrea barata.

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