El Gobierno de Donald Trump ha comenzado a llevar a cabo una serie de redadas y deportaciones masivas, enviando un mensaje claro de advertencia a aquellos que intentan ingresar ilegalmente a los Estados Unidos. Tres días después de firmar los decretos sobre la deportación, la Casa Blanca compartió fotos de migrantes latinos subiendo a un avión, esposados de pies y manos y con una cadena alrededor de la cintura, en lo que parece ser el comienzo de lo que Trump ha calificado como “la operación de deportación masiva más grande de la historia”.
Karoline Leavitt, portavoz de la Casa Blanca, publicó las fotos en la red social X, asegurando que el presidente Trump ha cumplido sus promesas al iniciar las deportaciones. En el mensaje, se destaca que 538 migrantes ya han sido detenidos, incluidas personas vinculadas a actividades criminales. “Si ingresa ilegalmente a los Estados Unidos de América, enfrentará graves consecuencias”, advirtió Leavitt, asegurando que el operativo está en marcha con una firme postura sobre el control de la inmigración ilegal.
Tom Homan, el “zar de la frontera”, también ha prometido la mayor deportación que Estados Unidos haya visto jamás, con las primeras ciudades en la mira siendo San Diego y Chicago. Ambas ciudades han sido clave en la entrada de migrantes ilegales y en la protección de los mismos, como en el caso de Chicago, que ha sido una ciudad santuario desde 1985.
Con la participación de las autoridades locales y federales, las redadas han comenzado y se espera que continúen durante toda la semana, mientras Trump resalta que las deportaciones masivas “comenzarán muy pronto, muy rápidamente”.
