El Ministerio de Justicia de Chile ha rechazado la solicitud del Templo de Satán para ser reconocido legalmente como una entidad religiosa, al considerar que la petición va en contra del orden público. Esta decisión, tomada en diciembre y conocida esta semana, ha generado un gran debate en el país.
La Iglesia Templo de Satán, fundada en 2021, presentó en agosto pasado una solicitud para ser reconocida como asociación religiosa. De haberse aprobado, Chile habría sido el primer país de América Latina en contar con una organización satánica legalizada. Sin embargo, el rechazo de la petición llegó tras la negativa de la Corte de Apelaciones, que también rechazó un recurso similar.
Satariel, portavoz del Templo, explicó que tras la resolución judicial, decidieron no continuar con el proceso legal debido a las bajas probabilidades de éxito. En su lugar, anunciaron que modificarán su estatuto y planean hacer una nueva solicitud.
La petición del Templo de Satán provocó una fuerte reacción de las principales religiones del país, y el debate llegó hasta el Parlamento, donde varios diputados criticaron públicamente la existencia de la organización y sus esfuerzos por obtener un estatus legal.
El Ministerio de Justicia, en su resolución, argumentó que las actividades del Templo contravienen principios constitucionales y los derechos humanos. Entre las preocupaciones señaladas se encuentran la promoción de la violencia, el uso de rituales sexuales y la posibilidad de sacrificios humanos. El documento también recalca que el Templo no encaja en la definición legal de una religión, sino más bien en una ideología.
A pesar del rechazo, el Templo de Satán aseguró que continuará luchando por su reconocimiento y apelando a la libertad de culto, un derecho garantizado en la Constitución chilena.
