El presidente Donald Trump anunció que la base militar de Guantánamo, ubicada en Cuba, será utilizada para albergar a 30 mil inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales. Esta medida forma parte de su estrategia para endurecer las políticas migratorias en su segundo mandato.
El mandatario firmó la ley Lanken Riley, la cual endurece las sanciones contra inmigrantes indocumentados y refuerza la criminalización de ciertos delitos cometidos por ellos. Durante el evento, Trump afirmó que firmará una orden ejecutiva para transformar la base de Guantánamo en un centro de detención migratoria, donde serán recluidos quienes considera “criminales peligrosos”.
Trump aseguró que su gobierno ha intensificado las redadas masivas y que, según sus cifras, las detenciones de inmigrantes han aumentado significativamente en los primeros días de su mandato. Asimismo, reiteró su compromiso de reforzar la frontera con México, culpando a su antecesor, Joe Biden, de haber implementado una “política de fronteras abiertas” que permitió la entrada de criminales de distintos países.
El presidente también se refirió a las recientes deportaciones y al conflicto diplomático con Colombia, luego de que el gobierno de Gustavo Petro rechazara el aterrizaje de aviones estadounidenses con deportados. En respuesta, Trump amenazó con imponer sanciones económicas y suspender visas a funcionarios colombianos.
La ley Lanken Riley lleva el nombre de una joven estadounidense asesinada en 2024 por un inmigrante indocumentado venezolano. Con esta legislación, se penalizarán con mayor severidad delitos menores cometidos por inmigrantes, como robos, agresiones o ataques contra autoridades.
Con estas acciones, Trump reafirma su postura de mano dura contra la migración indocumentada y busca consolidar su estrategia para combatir la criminalidad en Estados Unidos.