A pesar de que las presas no están en niveles críticos como el año pasado, la escasez de agua sigue siendo un reto y es fundamental evitar su desperdicio.
Las condiciones climáticas extremas continúan afectando a San Luis Potosí, con pronósticos que advierten sobre periodos prolongados de sequía, altas temperaturas y riesgos para la disponibilidad de agua. Según expertos de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), como Catarina Loreto Osti y José Antonio Balos Lozano, el panorama para 2025 no es alentador.
A nivel nacional, se espera que el centro y norte del país sigan enfrentando sequías meteorológicas, afectando especialmente a la zona media y la Huasteca potosina. Las lluvias podrían tardar en llegar hasta mayo, con una mejora relativa en junio y julio. Sin embargo, las temperaturas se mantendrán por encima de lo normal, lo que aumentará la evaporación y afectará tanto los ecosistemas como la actividad agrícola.
Uno de los efectos más preocupantes será la llegada de al menos cinco olas de calor extremo, con temperaturas superiores a lo habitual. Esto representa un riesgo para la salud, especialmente para adultos mayores, niños pequeños y personas con enfermedades crónicas.
Ante este escenario, los especialistas subrayan la importancia de fortalecer una cultura del uso eficiente del agua en la zona metropolitana. El ahorro del líquido debe ser una prioridad, tanto en el ámbito doméstico como en la gestión de infraestructura. Acciones simples como cerrar la llave al cepillarse los dientes y mejorar los sistemas de conducción y drenaje pueden marcar una diferencia significativa.
Aunque el panorama climático plantea desafíos, la colaboración ciudadana y el compromiso de las autoridades podrían mitigar los efectos de las altas temperaturas y garantizar una mejor administración del recurso hídrico en San Luis Potosí.