Una tragedia en el centro de Múnich dejó dos muertos, una mujer de 37 años y su hija de 2 años, luego de un atropello masivo ocurrido el jueves. El responsable, un hombre afgano de 24 años, confesó durante el interrogatorio que el incidente fue deliberado.
El ataque ocurrió durante una manifestación convocada por el Sindicato Unido de Servicios (Ver.di), donde 39 personas resultaron heridas. Según las autoridades, el conductor, que ha sido detenido, habría tenido motivaciones islamistas. Tras el atropello, el agresor gritó “Allahu Akbar” (“Alá es el más grande”), lo que llevó a la Policía Criminal de Baviera a investigar un posible vínculo religioso con el ataque.
La Fiscalía de Múnich ha comenzado a revisar las conversaciones en las aplicaciones de mensajería instantánea del detenido, mientras que la Fiscalía Federal alemana asumió la investigación, señalando que el acto podría ser un atentado contra los valores democráticos del país.