La gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, ha firmado la orden ejecutiva 2025-01 para fortalecer la seguridad fronteriza con México mediante la creación de un grupo de trabajo conjunto entre el Departamento de Emergencias y Asuntos Militares, el Departamento de Seguridad Pública Estatal y el Departamento de Seguridad Nacional. Esta nueva estrategia, denominada Operación Guardián del Desierto, se enfocará en reforzar la vigilancia en los cuatro condados de Arizona que colindan con el estado de Sonora.
El plan tiene como objetivo coordinarse con autoridades locales, alguaciles y el gobierno federal para desmantelar las redes de las Organizaciones Criminales Transnacionales (TCO) que operan en los condados de Yuma, Pima, Santa Cruz y Cochise. Esta medida coincide con la Operación Frontera Norte implementada recientemente por el gobierno mexicano, que ha desplegado a la Guardia Nacional y al Ejército en los municipios de Sonora que limitan con Arizona.
Entre los principales propósitos de la Operación Guardián del Desierto están identificar y reducir las vulnerabilidades en los 600 kilómetros de frontera con México, así como debilitar las estructuras criminales que facilitan el tráfico de drogas y personas. Para financiar la operación, se utilizarán recursos del Fondo de Seguridad Fronteriza del Estado, que cuenta con un saldo de 28 millones de dólares.
La gobernadora Hobbs destacó que estos esfuerzos reforzarán al Task Force SAFE, un operativo conjunto entre la Guardia Nacional de Arizona y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU., cuyo propósito es interceptar drogas en los puntos de entrada del estado.
“Estoy orgullosa de lanzar la Operación Guardián del Desierto para combatir a los cárteles, detener el tráfico de drogas y personas, y asegurar la frontera de Arizona”, declaró Hobbs.
En lo que va del año, el Task Force SAFE ha logrado incautar más de 19 millones de pastillas de fentanilo, tres toneladas de otras drogas y 237 armas que pretendían cruzar la frontera hacia Arizona.
