Para las mujeres cuidadoras familiares no remuneradas en San Luis Potosí, participar en la marcha del 8 de marzo representa una forma de denunciar la falta de apoyo, reconocimiento y respaldo por parte de las autoridades.
Mariana Hernández Noriega, madre cuidadora y defensora de los derechos de las personas cuidadoras, destacó que esta fecha permite visibilizar las demandas de mujeres que dedican su vida a cuidar a infancias con discapacidad, adultos mayores con enfermedades crónicas o familiares que dependen completamente de ellas.
Invisibilizadas por el Estado
La activista señaló que el trabajo de cuidados es un pilar para la sociedad, pero ha sido invisibilizado y abandonado por los gobiernos.
“Muy pocas pueden darse el lujo de salir de sus casas para marchar y hacer notar que existimos, que sostenemos la vida de nuestras familias a través del trabajo doméstico y de cuidados”, expresó.
Además de las tareas del hogar, las cuidadoras administran medicamentos, realizan curaciones, alimentan, asean y trasladan a sus familiares sin recibir remuneración o apoyo para su propio bienestar.
Exigen políticas públicas más allá del asistencialismo
Hernández Noriega advirtió que la ausencia de programas integrales para las cuidadoras constituye una forma de violencia institucional.
“Los gobiernos nos ignoran y pretenden que con ‘ayudas’ económicas se resuelve todo, cuando los sistemas de cuidados deben ir más allá del asistencialismo”, expresó.
Las mujeres cuidadoras exigen políticas públicas transversales que les garanticen tiempo libre, acceso al trabajo, autocuidado y descanso, para recuperar vidas propias.
