Desde el 3 de febrero, la señora Esther Rodríguez ingresó al Hospital General de Zona No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) por una trombosis en la pierna izquierda y embolia pulmonar. A pesar de la gravedad de su condición, aún no ha sido trasladada a la Clínica 50, donde se encuentran los especialistas que pueden tratarla, denunció su hija, Maribel Tristán.
Según Tristán, el martes pasado les informaron que esperaban la respuesta de la Clínica 50 para el traslado, pero han pasado más de ocho días sin avances. Además, la paciente enfrenta dificultades dentro del hospital, pues no hay sillas de ruedas disponibles y debe caminar hasta los baños con dolor. También denunciaron la falta de medicamentos y el trato prepotente de algunos médicos.
“La misma doctora me dijo que mi mamá puede contagiarse de otras enfermedades dentro del hospital. Mi mamá se alteró y tuvo un cuadro de ansiedad porque no recibe la atención que necesita”, relató Tristán.
La única respuesta que han recibido es que en la Clínica 50 no hay camas disponibles, lo que ha impedido el traslado. “Mi mamá necesita que la vea un especialista, pero aquí no nos hacen caso”, lamentó su hija.
El caso refleja la crisis de atención en el IMSS, donde múltiples pacientes enfrentan situaciones similares por falta de recursos y capacidad hospitalaria.