Cinco años después del fallecimiento de Diego Armando Maradona, en Buenos Aires dará inicio un juicio contra las personas que estuvieron involucradas en su atención médica. Las acusaciones apuntan a un posible “homicidio simple con dolo eventual”, lo que significa que, de ser hallados culpables, podrían enfrentar condenas de entre 8 y 25 años de prisión.
El exfutbolista argentino murió el 25 de noviembre de 2020, a los 60 años, debido a una insuficiencia respiratoria y un paro cardíaco. Sin embargo, la fiscalía sostiene que al momento de su muerte, Maradona estuvo “en una situación de desamparo” y “librado a su suerte”, lo que generó dudas sobre la calidad del tratamiento que recibió en sus últimos días.
Los acusados en este juicio son Leopoldo Luque (neurocirujano), Agustina Cosachov (psiquiatra), Carlos Díaz (psicoanalista), Pedro Di Spagna (médico clínico), Mariano Perroni (coordinador de enfermeros), Ricardo Almirón (enfermero) y Nancy Forlini (doctora y coordinadora de Swiss Medical). A ellos se suma Dahiana Madrid, una enfermera cuyo proceso se llevará a cabo de manera separada a petición de la propia acusada.
Desde su fallecimiento, la atención médica que recibió el ídolo argentino ha sido objeto de múltiples cuestionamientos. La autopsia oficial determinó que murió por un “edema agudo de pulmón derivado de una insuficiencia cardíaca crónica”, pero en 2021 un informe médico reveló que el tratamiento que se le proporcionó fue “deficiente” y “riesgoso”. Esto generó la sospecha de que no se hizo lo necesario para salvar su vida.
El juicio será clave para definir si los acusados cometieron negligencia o si realmente hicieron todo lo posible por la salud de Maradona. En caso de que no puedan probar su inocencia, las penas pueden ir desde los 8 hasta los 25 años de prisión, de acuerdo con las leyes argentinas.