En un giro inesperado, el excampeón de peso completo de la UFC, Caín Velasquez, fue sentenciado a cinco años de prisión tras ser hallado culpable de los cargos de posesión de armas e intento de asesinato. El caso se originó a raíz de un incidente en el que Velasquez intentó hacer justicia por mano propia luego de que un presunto pedófilo, Harry Goularte, fuera acusado de abusar sexualmente de su hijo de cuatro años.
Los hechos ocurrieron el 24 de febrero de 2022, cuando Goularte fue liberado sin fianza después de ser acusado de abuso sexual en una guardería. Cegado por la rabia y el dolor por lo sucedido a su hijo, Velasquez persiguió a Goularte y su familia durante 17 kilómetros a bordo de una camioneta, disparando varias veces con el objetivo de alcanzar al supuesto abusador. Sin embargo, Paul Bender, padrastro de Goularte, fue el que resultó herido durante el tiroteo, lo que llevó a la acusación de intento de homicidio.
El fiscal Jeff Rosen destacó que la acción del luchador puso en peligro la vida de muchos, incluida la de niños y maestros, en la comunidad, y recordó que si se desea impartir justicia, se debe hacer a través del sistema legal.
La sentencia de cinco años de prisión de Velasquez toma en cuenta los riesgos que implicó su intento de justicia personal, aunque el luchador ya ha cumplido ocho meses tras las rejas mientras espera la apelación de su abogado, quien asegura que continuará luchando por su libertad.
