María Ruiz
La aplicación de la Norma Oficial Mexicana 035 (NOM-035), que regula los factores de riesgo psicosocial en los centros de trabajo, todavía es un reto en diversos sectores industriales, especialmente en el automotriz. Así lo señalaron especialistas en el arranque del Laboratorio de Investigación Periodística sobre Derechos Laborales y Libertad Sindical en la Industria Automotriz, organizado por Luminas A.C.
Durante el evento, María Teresa Galicia Saldaña, directora de Inclusión Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) en San Luis Potosí, reconoció que muchas empresas aún no han implementado esta normativa de manera efectiva.
“Capacitamos al personal y les explicamos lo que deberían hacer, pero hay industrias en donde es difícil integrar estas regulaciones”, señaló.
Galicia Saldaña explicó que, aunque existen múltiples normas que regulan la seguridad laboral en México, la NOM-035 es una de las más complejas porque implica evaluar el impacto del entorno laboral en la salud mental de los trabajadores, lo que requiere diagnósticos y análisis detallados sobre los efectos psicológicos del trabajo diario, y supone un esfuerzo adicional para las empresas.
Uno de los principales obstáculos para la implementación de la NOM-035 es la falta de conciencia empresarial sobre la discriminación y la importancia de garantizar espacios laborales inclusivos, empáticos y con mirada humana.
“Muchas veces las empresas no aplican estas normativas no porque las desconozcan, sino por lo que implica implementarlas”, explicó la funcionaria.
Además, mencionó que la NOM-035 está estrechamente vinculada con la NOM-025, que establece criterios de igualdad laboral y no discriminación, pero que es de cumplimiento voluntario y no obligatorio, lo que ocasiona que muchas empresas no tengan el interés de atender la violencia piscosocial de sus espacios laborales.
Durante la discusión se destacó el caso de Nissan en San Luis Potosí, proveedor de Toyota, que ha tenido que mejorar sus condiciones laborales para retener a su personal, conformado en su mayoría por mujeres en niveles operativos.
Galicia Saldaña subrayó que la exigencia de corporativos internacionales ha impulsado cambios positivos en algunas empresas, pero las proveedoras más pequeñas, sobre todo de capital local, carecen del mismo impulso y conocimientos técnicos para modificar sus prácticas laborales.
Otro de los temas abordados en el evento fue la corresponsabilidad de las empresas con la vida familiar de los trabajadores, un factor que incide directamente en el rendimiento laboral. La falta de estrategias para garantizar la estabilidad emocional y psicológica de los empleados puede derivar en un aumento de la rotación de personal y, en consecuencia, en una menor productividad.
“La norma 035 busca garantizar condiciones óptimas para desarrollarse laboralmente sin impedimentos psicosociales ejercidos a través de la violencia y agresión laboral que principalmente se da en contra las mujeres; pero muchas empresas no cuentan con el conocimiento ni la capacitación para aplicarla”, advirtió.
Además, se enfatizó la necesidad de promover en los centros de trabajo programas de salud mental, ya que es uno de los factores que pueden impactar directamente en la empleabilidad y en la calidad de vida de las futuras generaciones de trabajadores.
