POPOL VUH 106

DESTACADOS, OPINIÓN, POPOL VUH

Por Mario Candia

9/04/25

TERRITORIOS En México, los megaproyectos disfrazados de desarrollo económico suelen esconder mecanismos de despojo que vulneran a las comunidades más desprotegidas. Los casos de Corcovada en el municipio de Villa Hidalgo y Barrio Vallejoen el tradicional Barrio de San Juan de Guadalupe en la capital potosina, ilustran cómo el extractivismo y la gentrificación avanzan sobre el territorio y la dignidad de sus habitantes, muchas veces con la anuencia —o abierta complicidad— de las autoridades.

PROYECTO EXTRACTIVISTA Los proyectos extractivistas se refieren a iniciativas de explotación intensiva de recursos naturales como: minería, hidrocarburos o agua, que generalmente benefician a grandes corporaciones, dejando a las comunidades locales con las secuelas ambientales y sociales. En Corcovada, ejido del municipio de Villa Hidalgo, la comunidad ha sido blanco de este modelo depredador.

INTIMIDACION Desde 2022, empresas vinculadas al Grupo Salinas han intentado adquirir 500 hectáreas de tierras comunales bajo tácticas que incluyen el engaño, la división comunitaria y el hostigamiento. Según lo documentado por Astrolabio Diario Digital, estas empresas comenzaron ofreciendo “beneficios” que resultaron en el control del Comisariado Ejidal y la cooptación del ayuntamiento local. Posteriormente, ejidatarios críticos fueron objeto de intimidaciones, amenazas veladas e incluso intentos de criminalización para obligarlos a ceder sus tierras.

EL DESAMPARO INSTITUCIONAL La estrategia empresarial ha contado con la permisividad de autoridades municipales, estatales y federales, que han ignorado las denuncias y han dejado a la comunidad en el desamparo institucional. Lo que se libra en Corcovada no es solo una disputa legal por la tierra, sino una batalla por la soberanía comunitaria frente a un modelo extractivo que desprecia el derecho colectivo en favor del lucro privado.

GENTRIFICACIÓN Por otro lado, en la capital potosina, se gesta otro tipo de despojo: el urbano. La gentrificación, fenómeno mediante el cual los barrios populares son transformados por proyectos inmobiliarios que elevan el costo de vida y expulsan a los residentes originales, se presenta bajo el disfraz de “renovación” o “mejoramiento urbano”.

BARRIO VALLEJO En el Barrio de San Juan de Guadalupe, un ciudadano promovió un amparo para frenar un desarrollo inmobiliario conocido como Barrio Vallejo, preocupado por los efectos negativos en la comunidad. Sin embargo, el amparo fue sobreseído por un juez al considerar que el promovente no tenía “interés jurídico”. La declaración oficial de la autoridad municipal, lejos de asumir una postura sensible a los reclamos ciudadanos, fue celebrar la obra y defender la gentrificación como una forma de “progreso”.

EL PROGRESO Pero ¿progreso para quién? Cuando el desarrollo expulsa a quienes han vivido y construido un barrio durante generaciones, se convierte en exclusión disfrazada de modernización. Las casas de los vecinos se ven encarecidas, las rentas se vuelven inaccesibles y la identidad barrial se diluye bajo la lógica del mercado.

DERECHOS COLECTIVOS Aunque distintos en forma, los casos de Corcovada y Barrio Vallejo comparten una raíz común: el uso del territorio como mercancía y no como espacio de vida. Ya sea a través de la minería o de desarrollos inmobiliarios, el patrón se repite: imponer proyectos sin consulta real, sin respetar los derechos de quienes habitan el lugar y con la complicidad de autoridades que anteponen los intereses económicos a los derechos humanos y colectivos.

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