Aunque en México ya cumplió la mayoría de su condena y se encuentra en prisión domiciliaria desde 2016, para el gobierno de Estados Unidos Ernesto Fonseca Carrillo, mejor conocido como “Don Neto”, sigue siendo un prófugo de la justicia. La Administración para el Control de Drogas (DEA) todavía lo tiene en su lista de los más buscados.
El nombre de Fonseca Carrillo aparece junto con varios alias como “Don Neto”, “El Lic”, “El Papi”, “Escobedo Ingeniero” y “Juan Escobedo”. Su ficha criminal sigue activa en el portal oficial de la DEA, donde también aparece una fotografía antigua y una descripción física: hombre nacido en 1942, con cabello y ojos color café. Además, se advierte que es “armado y peligroso” y se señala que alguna vez trabajó como abogado.
A pesar de que la justicia estadounidense solicitó su extradición hace años para juzgarlo por el asesinato del agente Enrique “Kiki” Camarena en 1985, el gobierno mexicano se negó. José Antonio Meade, entonces secretario de Relaciones Exteriores, rechazó su entrega argumentando que la Constitución prohíbe que una persona sea juzgada dos veces por el mismo delito.
Fonseca Carrillo, originario de Badiraguato, Sinaloa —una región conocida por ser la cuna de varios narcotraficantes—, fue uno de los fundadores del antiguo Cártel de Guadalajara, junto con Rafael Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo. De los tres, él es el único que no ha sido extraditado a Estados Unidos, a diferencia de su exsocio Caro Quintero, quien fue entregado a las autoridades norteamericanas en febrero pasado.
Actualmente, Don Neto tiene más de 90 años de edad y está a pocos días de cumplir su condena de 40 años. Reside en una casa del municipio de Atizapán, en el Estado de México, bajo vigilancia, acompañado de su familia. Por su edad avanzada, es poco probable que el Departamento de Justicia de Estados Unidos insista en solicitar su entrega.
La DEA lo acusa formalmente de participar en el secuestro, tortura y asesinato del agente encubierto Enrique Camarena, además de otros cargos como complicidad, encubrimiento y extorsión. A pesar del tiempo y las condiciones, la agencia mantiene activa su búsqueda, aunque se ve difícil que puedan arrestarlo.
Tanto la ficha de Fonseca Carrillo como la de Rafael Caro Quintero siguen vigentes en la web de la DEA, una institución que ha sido duramente criticada por figuras políticas mexicanas como el expresidente Andrés Manuel López Obrador y la actual presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.