POPOL VUH 109

DESTACADOS, OPINIÓN, POPOL VUH

Por Mario Candia

14/04/25

HUACHICOLEO FISCAL En México el crimen organizado no solo perfora ductos para robar combustible. Ahora se infiltra en campañas políticas, financia operadores y compra protección desde las más altas esferas del poder. Así es como el huachicoleo fiscal se ha convertido en una auténtica industria del saqueo, con el aval de funcionarios públicos.

CORRUPCIÓN Los datos son devastadores: más de 177 mil millones de pesos perdió el Estado mexicano en 2024 por esta modalidad de contrabando y evasión de impuestos en combustibles. Una cifra escandalosa que revela no solo la corrupción, sino también la ineptitud del gobierno para frenarla.

IMPUNIDAD Lo más grave es que los tentáculos del huachicoleo fiscal alcanzan a personajes de primer nivel de la autoproclamada Cuarta Transformación. Ahí está el caso del exsecretario de Gobernación y hoy senador Adán Augusto López Hernández, quien fue vinculado con líderes huachicoleros en Tabasco, según documentos revelados tras el hackeo a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Las filtraciones evidenciaron reuniones y acuerdos con operadores del robo de combustible en su estado natal, cuando aún era gobernador.

FINANCIAMIENTO POLÍTICO ¿Dónde quedó la promesa de combatir la corrupción “de arriba hacia abajo”? ¿Cuánto dinero ilícito manchó las campañas de Morena en Tabasco, Tamaulipas, Veracruz o Baja California? Porque no olvidemos el caso de Sergio Carmona Angulo, el llamado “Rey del Huachicol”, quien financió campañas de Morena en al menos 11 estados, con una generosidad que solo podía provenir del robo institucionalizado de combustibles.

SAN LUIS  Y si de San Luis Potosí hablamos, el nombre obligado es José Luis Romero Calzada, mejor conocido como “Tekmol”. Exdiputado local, empresario gasolinero y eterno aspirante a gobernador, Tekmol fue investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera por presunto lavado de dinero y por operar redes de comercialización de combustible robado a través de sus empresas Tekmol de México y Grupo Gasolinero Romcal. Sus cuentas fueron congeladas en 2019, pero como suele ocurrir en este país, hoy sigue libre, sonriente y participando en la vida pública como si nada.

GASOLINERAS POTOSINAS San Luis Potosí es además un territorio fértil para el huachicoleo fiscal. Informes del SAT y la UIF han detectado que múltiples gasolineras de la entidad presentan irregularidades fiscales, depósitos en efectivo fuera de rango y posibles vínculos con redes de venta de huachicol. Especialmente en municipios cercanos a los ductos de Pemex y en zonas rurales donde los controles gubernamentales brillan por su ausencia.

NEGOCIO MULTIMILLONARIO La impunidad es el común denominador. No hay investigaciones abiertas, no hay responsables en prisión, pero los operadores siguen activos, las redes criminales intactas y los beneficios políticos floreciendo al amparo de la corrupción. En este contexto, resulta una burla escuchar discursos oficiales sobre soberanía energética o combate al crimen organizado. El verdadero saqueo no ocurre solo en los ductos, sino en las aduanas, en los puertos y en los escritorios de los funcionarios que permiten y participan de este negocio multimillonario.

CRISIS MORAL México no solo enfrenta una crisis fiscal por el huachicoleo. Enfrenta una crisis moral y política. La pregunta es brutal: ¿cuánto poder en este país se ha construido a base de gasolina robada? El silencio del gobierno es tan escandaloso como su complicidad. Y mientras no haya castigos ejemplares, mientras personajes como Adán Augusto López sigan impunes y aspirando a cargos de elección popular, el huachicoleofiscal seguirá siendo más que un delito: será la política energética de facto de un país saqueado desde sus entrañas.

Hasta mañana.

Compartir ésta nota:
Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp